Junqueras pide a Santamaría una reunión bilateral sobre financiación

El vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, propondrá por carta a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, celebrar próximamente una reunión en Barcelona para abordar la "agenda política catalana".

El Govern de Cataluña quiere comprobar el alcance de las palabras de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santa- maría, que prometió «empatía» e «imaginación» para «acortar distancias» con el Ejecutivo catalán. Y para comprobarlo, el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, trasladó ayer una propuesta a Sáenz de Santamaría: celebrar una reunión bilateral en Barcelona –y no en Madrid– con el propósito de abordar la agenda catalana y, en particular, la financiación.

La petición de Junqueras se produce pocos días después de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, confirmara su negativa a participar en la Conferencia de Presidentes autonómicos, ya que entiende que es tanto como «recuperar los pasos del autonomismo más rancio». Su apuesta es ensayar una relación bilateral con el Gobierno para observar si existe algún tipo de recorrido.

Junqueras quiere que su reunión con Sáenz de Santamaría tenga lugar a la mayor brevedad y, si es posible, antes de la Conferencia de Presidentes, la cual todavía no se ha concretado. La Gene- ralitat no acudirá con la idea de alcanzar unos objetivos mínimos, sino que pondrá sobre la mesa una lista de 46 puntos entre los que destaca el nuevo modelo de financiación.

Las reivindicaciones incluyen asuntos tan variopintos como inversiones pendientes en infraestructuras, impagos en ley de dependencia, invasiones competenciales y «agresiones» relacionadas con la lengua. «No se ha producido ningún avance en los 46 puntos que tenemos en la agenda catalana y todos ellos son estratégicos», subrayó la portavoz del Govern, Neus Munté, que insistió en la vía bilateral.

«No contribuiremos a una sesión de chapa y pintura», subrayó Munté en referencia a una negociación multilateral con las autonomías para abordar el sistema de financiación. Esta postura de la Generalitat irrita a la oposición en Cataluña, que considera que Puigdemont no puede renunciar a defender los intereses catalanes en los órganos habilitados para ello.

Junqueras, en todo caso, no tiene previsto plantear la cuestión de la autodeterminación, la cual el Govern piensa reservar a Puigdemont. El presidente de la Generalitat telefoneó a Mariano Rajoy poco después de su investidura para felicitarlo y ambos se emplazaron a una reunión que todavía no tiene fecha. Una vez se crucen las agendas, Puigdemont volverá a reclamar a Rajoy un pacto para celebrar un referéndum sobre la independencia de Cataluña. Lo cierto es que el Gobierno ha dicho en innumerables ocasiones que no piensa trocear la soberanía nacional, mientras que el Govern asegura que llegará hasta el final con sus planes.