Cataluña
JxSí burla al TC con una comisión de estudio para el proceso
Los soberanistas y la CUP suman a Podemos rebajando el rango del desafío
El enfrentamiento entre independentistas y no independentistas está llamado a ser el pan de cada día del mandato de Carles Puigdemont. Mañana se celebrará el primer pleno tras la constitución del gobierno catalán a petición del president de la Generalitat, donde además de concretar sus planes, se crearán las comisiones parlamentarias. La sesión arranca con polémica. Junts pel Sí y la CUP han rebajado el rango de la comisión del proceso constituyente para burlar al Tribunal Constitucional y sumar a Cataluña Sí que es Pot.
En vez de legislativa, será una comisión de estudio. El PSC, que en la pasada legislatura acudió a la comisión sobre el derecho a decidir, no asistirá. Tampoco lo hará Ciutadans. «No votaremos una comisión que pretende separar a Cataluña de España», alegó el portavoz adjunto Fernando de Páramo. En cambio, el portavoz de los populares, Enric Millo, avisó de que el PP irá «a plantar cara».
La polémica comisión, tal y como contempla la resolución rupturista del 9-N impugnada por el TC, impulsará las llamadas estructuras de estado. Servirá para desarrollar la ley del proceso constituyente. La ley de la transitoriedad nacional probablemente se acabe debatiendo en la comisión de Asuntos Institucionales. La coalición de Podemos defiende que entran en la comisión para proponer y discutir el proceso constituyente, también debatirán sobre el referéndum. JxSí y la CUP se apuntan el tanto de exhibir que amplían la base social del soberanismo. Y aunque la comisión no pueda aprobar leyes, ya les va bien, de esta manera el TC no puede actuar. He ahí la argucia.
Congreso de CDC en junio
Quien ahora da una «pasito pa’tras» en CDC es Josep Rull. Tras incorporarse como conseller de Territorio y Sostenibilidad, el secretario de organización de Convergència deja el cargo en el partido para dedicarse a Carles Puigdemont. Su cargo no lo ocupará nadie hasta el congreso que CDC celebrará los días 3, 4 y 5 de junio con la intención de renovarse. Tal y como explicó ayer Rull, será Artur Mas quien coja las riendas del partido para preparar su refundación. Le ayudará Francesc Sánchez, el coordinador de régimen interno, en quien Mas delegará las tareas organizativas del partido. Sánchez pasa a ser uno de los hombres fuertes de CDC, junto a los dos vicesecrearios generales, Lluís Corominas y Francesc Homs, que siguen manteniendo su peso y sus respectivas funciones. Cuando Oriol Pujol abandonó la secretaría general del partido, días antes de que su padre confesara ser un evasor fiscal, Rull ascendió como secretario general. Tras estrellarse con la marca Democràcia i Llibertat, ahora ya no quieren esconder las siglas CDC.
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