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El Rey zanja la polémica de los niños: «Las imágenes fueron autorizadas»

Zarzuela replica a la petición del Gobierno catalán de retirar las fotos de los Reyes con los menores víctimas del atentado y niega haber recibido ninguna carta del Ejecutivo autonómico

La Reina con dos de los niños heridos en el atentado de Barcelona
La Reina con dos de los niños heridos en el atentado de Barcelonalarazon

Zarzuela replica a la petición del Gobierno catalán de retirar las fotos de los Reyes con los menores víctimas del atentado y niega haber recibido ninguna carta del Ejecutivo autonómico.

Primero fue la CUP con su «amenaza» de no ir a la manifestación del fin de semana si acude el Rey y ahora le ha tocado el turno a la Generalitat. Parece que el independentismo catalán no descansa en sus desplantes a la Corona y que la tragedia sucedida en Barcelona en la que murieron 15 personas puede ser utilizada para fines políticos sin ningún pudor, a tenor de la petición del Gobierno catalán en la mañana de ayer de que Zarzuela retire de su página web las imágenes de los Reyes con los menores víctimas de los atentados, que estaban siendo atendidos en los hospitales. Según el comunicado del Ejecutivo de la comunidad, el Departamento de Asuntos Sociales mandó una carta a la Casa del Rey solicitando que se retiraran las fotografías alegando que «la difusión de este tipo de imágenes supone una injerencia en el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de las víctimas menores de edad». Y, por si quedaba insípido, añadió que la publicación de fotos de niños que han vivido «experiencias traumáticas» están prohibidas por la legislación de protección a la infancia y a la adolescencia.

No es habitual que la Casa del Rey salga a la palestra tras una información en un medio o una publicación de una administración, y no hay más que recordar el silencio que ha mantenido a lo largo de estos días con la polémica que la CUP ha pretendido montar con la posible asistencia de Don Felipe a la marcha del 26-A. Pero fuentes de la Casa aseguran que, sin intención de alimentar ninguna polémica, sí creen necesario aclarar una información de esta trascendencia, como lo sería jugar con la privacidad de unos niños heridos. Para empezar, Zarzuela asegura que la supuesta misiva, «hasta este momento, no ha tenido entrada en la Casa de Su Majestad el Rey». Y explica cuál ha sido el proceso que siguió la Institución antes de que Don Felipe y Doña Letizia visitaran los centros médicos. Según la respuesta de la Corona, no sólo sus servicios de Protocolo, si no también de los de la «Generalidad de Cataluña» –no Generalitat–, «visitaron y solicitaron permiso expreso de cada hospital, paciente y familia (si eran menores de edad), para visitar y realizar imágenes para su posterior distribución a los medios de comunicación». El comunicado asegura que los la dirección médica de los respectivos hospitales fue testigo de este procedimiento.

Sólo en los casos en que se obtuvo el consentimiento, Zarzuela asegura que las cámaras tuvieron permiso para entrar y tomar imágenes, en presencia también de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, el consejero de Salud de la Generalitat, Antoni Comín, y la dirección y el equipo médico de cada hospital. La Corona aprovecha este comunicado para manifestar «la necesidad de respetar al máximo los derechos del menor» y «expresar una vez más su agradecimiento a los profesionales de los hospitales».

El Rey, como máximo representante de los españoles, tiene la función de estar donde le requiera el Estado, y un atentado de las dimensiones del perpetrado en la ciudad de Barcelona no desmerece su presencia. Y ese servicio al Estado oficial ha de ser público según los principios democráticos del país. Otra cosa es que gusten o no.