El desafío independentista

La convocatoria de elecciones, una trampa de Puigdemont de cara a la comunidad internacional

El independentismo contaba con que el Gobierno aplicaría en cualquier caso el artículo 155 y el objetivo era aparecer como víctimas ante la ONU

Carles Puigdemont (d), Oriol Junqueras (2d), Raul Romeva (i), y Jordi Turull (2i). EFE/ Andreu Dalmau
Carles Puigdemont (d), Oriol Junqueras (2d), Raul Romeva (i), y Jordi Turull (2i). EFE/ Andreu Dalmaularazon

La posibilidad de que el Govern de la Generalitat a través de su presidente, Carles Puigdemont, decidiese llevar a cabo unas elecciones autonómicas adelantadas el próximo 20 de diciembre, y que se ha barajado durante toda la mañana de hoy, no hubiera sido, como muchos pensaban, un gesto del ejecutivo catalán hacia Madrid, sino que era una trampa de cara, sobre todo, a la comunidad internacional.

Así, según ha podido saber LA RAZÓN, todo era “otra jugada maestra de Puigdemont”, ya que tenían previsto convocar las elecciones a sabiendas de que el Gobierno y el Senado pondrían en marcha igualmente el artículo 155 e “intervendría al autonomía. Automáticamente -prosiguen fuentes independentistas-, la ONU nos reconocería el derecho de autodeterminación porque este derecho está reconocido para los pueblos oprimidos, en los que el Estado no respeta los derechos fundamentales”. De ese modo, según estos planes, ya tendrían reconocido por la comunidad internacional dicho derecho lo que “en la práctica significa que somos un país diferente del Reino de España y que sólo nosotros podremos decidir nuestro futuro. La República, pues, ya la tendremos al día siguiente de que el Senado apruebe la aplicación del 155 y el Gobierno estatal lo ponga en marcha. Además, se abrirá una grieta entre el PP y el PSOE y Ciudadanos más vale que se calle porque justamente eso es lo que han pendido siempre”.

El texto termina con un “Tranquilitats companys i companyes que això ja está a tocar. Salut!!”