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La hoja de ruta del proceso de sucesión

Una ley orgánica regulará el trámite sucesorio que llevará a las Cortes a proclamar a Don Felipe como nuevo Rey de España.

La Razón
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Una ley orgánica regulará el trámite sucesorio que llevará a las Cortes a proclamar a Don Felipe como nuevo Rey de España. La coronación de Felipe VI podría tener lugar en una plazo de entre cuatro y seis semanas.

«Las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una ley orgánica». Ésto es lo que recoge en la Constitución española, en concreto en el articulo 57.5, en lo que se refiere a la abdicación de Su Majestad el Rey. No hay ninguna otra mención en la Carta Magna a este supuesto.

Don Juan Carlos seguirá ejerciendo como Jefe de Estado hasta que Las Cortes proclamen a Don Felipe de Borbón como nuevo Rey, algo que no tendrá el más mínimo problema dada la mayoría absoluta que existen en las cámaras de los partidos que respaldan la institución de la Monarquía.

Como primer paso, una vez comunicada la abdicación por parte de Don Juan Carlos a la Corona de España, el Consejo de Ministros deberá aprobar una Ley Orgánica en la que se regulen los trámites a seguir que deben culminar con la coronación de Don Felipe, ya que por ese tipo de leyes se deben regular aquellas relativas al desarrollo de los derechos fundamentales o la Corona.

Mañana arranca el proceso

Una vez que el Gobierno apruebe ese texto, éste deberá recibir el visto bueno de la Mesa del Congreso que abrirá un plazo para que los grupos parlamentarios presenten enmiendas. De hecho, el presidente del Congreso, Jesús Posada, ha convocado ya para mañana martes a los integrantes de la misma para iniciar esos trámites.

Si, como se prevé, el Gobierno pide el trámite de urgencia para esa ley que debe articular el proceso de sucesión de la Corona, el texto legal estaría en disposición de ser calificado (admitido a trámite) por la Mesa del Congreso en la reunión que Posada ha convocado a las cinco de la tarde.

Y una hora después, a las seis de la tarde, se reunirá la Junta de Portavoces, que es el órgano encargado de ordenar las sesiones plenarias. De esa forma, la ley orgánica podría quedar ya incluida en el próximo Pleno del Congreso.

Al tratarse de una ley orgánica, la misma debe contar con el respaldo de la mayoría absoluta del Congreso _176 diputados– y mayoría simple de los 266 senadores. Con la actual configuración del arco parlamentario no existirá el más mínimo obstáculo para la ratificación de la misma, y por una muy amplia mayoría, ya que sólo entre los dos grandes partidos cuentan con 295 diputados -185 el PP y 110, el PSOE-, a los que habría que añadir el aval de Coalición Canarias, Unión del Pueblo Navarro y UPyD.

Una vez que se cuente con el aval de las Cortes, se procederá de forma inmediata a designar al actual Príncipe de Asturias como nuevo Rey, con nombre de Felipe VI, lo que se producirá en una sesión solemne conjunta de ambas cámaras.

Una vez que sea proclamado Rey ante las Cortes Generales, tal como establece el artículo 61 de la Constitución, «prestará juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas».

Para cumplir estos trámites, la Constitución no fija plazo alguno, pero todo hace indicar que se cumplimentarán en un breve plazo. Para esta semana, no hay señalado pleno alguno en el Congreso ni en el Cámara Alta; pero ello no impide que se pueda convocar uno con carácter extraordinario.

De hecho, los servicios jurídicos y de protocolo del Congreso de los Diputados han iniciado hoy los preparativos para la tramitación parlamentaria de la abdicación del Rey Juan Carlos, así como del acto de coronación solemne ante las Cortes Generales del Príncipe de Asturias, el futuro Felipe VI.

«Normalidad constitucional»

Sobre esta cuestión, José Gabaldón, ex vicepresidente del Tribunal Constitucional, señaló a este periódico que la abdicación de Don Juan Carlos en favor del Príncipe de Asturias se enmcarca dentro de la más completa «normalidad constitucional», ya que la Carga Magna regula el procedimiento a seguir en estos supuestos. Y, en todo caso, sostiene que si es necesario «retocar» alguna cuestión relativa a la Corona, «no es ahora el momento indicado, sino que habría que dejarlo en manos del futuro Soberano y con el mayor consenso posible».

Pese a que, como se ha comentado anteriormente, no existen plazos tasados, las previsiones indican que en unos 10-15 días se pueden cumplimentar, Si se sigue un trámite, en pocos días culminarán los trámites.

Y es que, el Reglamento es flexible y todo este procedimiento durará lo que decida la mayoría parlamentaria de la Cámara, que puede imponer un trámite de urgencia, acortando todos los plazos a la mitad, e incluso resolver su tramitación en lectura única (en una única sesión plenaria sin pasar por comisión).

De hecho, PSOE y PP ya reformaron la Constitución en apenas dos semanas entre agosto y septiembre de 2011: Se presentó un 26 de agosto, a la semana siguiente se votó en el Congreso (2 de septiembre) y el Senado remató el día 7.

La convocatoria vespertina de los órganos de la Cámara para dar tiempo a recibir la ley orgánica da la impresión de que se está optando por la vía rápida.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya expresó este lunes su confianza en que "en un plazo muy breve"las Cortes puedan tramitar esa ley y proceder a la proclamación como Rey de España de Felipe de Borbón. Así las cosas, en el Congreso calculan que el debate y aprobación de la ley de la sucesión de la Corona se celebrará la próxima semana, previsiblemente el jueves 12 de junio, para después tramitar el texto en el Senado donde ya no se incluirán enmiendas para su rápida publicación en el BOE y entrada en vigor. Eso permitiría culminar el proceso con la proclamación del nuevo Rey ante las Cortes en un plazo de cuatro a seis semanas.