Política

Accidente de tren en Santiago

La llamada pudo desorientar de forma momentánea al maquinista

Francisco José Garzón
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Madrid- Once segundos antes de que se produjese el fatal descarrilamiento al pasado 24 de julio, Francisco José Garzón, maquinista del Talgo siniestrado, concluyó la conversación telefónica que mantenía con el interventor del convoy, Antonio Martín. Esa charla pudo producir en Garzón «una desorientación momentánea del punto en el que se encontraba, denominada técnicamente como "pérdida de conciencia situacional"». Ésta es una de las dos consideraciones sobre el conductor que ha incluido Renfe en su informe del tren accidentado. La otra, relacionada con el dispositivo conocido como de hombre-muerto, revoca la afirmación realizada en determinados foros de que era imposible que el maquinista se despistase en la conducción pues debía estar continuamente atento a este dispositivo. El sistema de hombre-muerto obliga al piloto de un tren a accionar cada treinta segundos uno de los tres botones que tiene en el panel de control para este fin o pisar un pedal durante un intervalo de cinco segundos para demostrar que está en la cabina y que no ha sufrido ningún percance. Sin embargo, explica Renfe, «determinadas conductas pueden ejecutarse de forma pre-condicionada o semiautomática, por entrenamiento repetitivo, de manera que el nivel de consciencia de la tarea no requiera para su ejecución una concentración completa. La respuesta a determinados estímulos durante la conducción puede presentar este tipo de comportamientos, como en el caso del accionamiento del dispositivo hombre-muerto o del reconocimiento de paso por zonas neutras». Fuentes ferroviarias aseguran que al cabo de dos o tres años de experiencia manejando trenes, un maquinista automatiza el hombre-muerto.

Garzón, de 52 años de edad y natural de la localidad gallega de Monforte de Lemos, disponía en el momento del accidente de todas las habilitaciones pertinentes. Tenía el Título de Conducción, la habilitación para circular por la línea Orense-Santiago –todo maquinista debe conocer con detalle las particulares características del corredor por el que opera– y de la habilitación del material para conducir vehículos de la serie 730 de Talgo. Además, en el momento del accidente estaba al día en el cumplimiento de los cursos de reciclaje y había superado los reconocimientos psicofísicos que deben pasar. Tras el accidente, tanto la prueba de alcoholemia como el de drogas que se le practicaron dieron negativas.