Política

La nueva izquierda de los hijos de papá

Los jóvenes de izquierda que hoy pugnan por el poder político proceden de familias que ya nos gobernaron hace treinta años. El padre de Errejón tiene una larga trayectora en puestos relevantes de la administración.

Íñigo Errejón, en una imagen de archivo
Íñigo Errejón, en una imagen de archivolarazon

Los jóvenes de izquierda que hoy pugnan por el poder político proceden de familias que ya nos gobernaron hace treinta años. El padre de Errejón tiene una larga trayectora en puestos relevantes de la administración.

La vieja izquierda que ya no atrae políticamente sigue latente –aunque en la sombra– en el escenario actual. Aquella clase política de los años ochenta y noventa es el precedente de los nuevos jóvenes que hoy se disputan el liderazgo de la izquierda y, que argumentan, que libres del contagio de los vicios de la vieja diplomacia han venido para cambiar el país y mejorar la vida de la gente.

Pero esta vieja política regresa a primer plano. Hoy los nuevos políticos se inspiran en figuras que ya nos gobernaron o formaron parte de la Administración. Los cimientos de la nueva izquierda se referencian en sus seres más cercanos. El que hoy se presenta como nuevo líder de la izquierda, el impulsor de Más País, Íñigo Errejón mira hacia su padre para construir ahora una nueva alternativa y elevar su pugna política y personal contra Pablo Iglesias.

José Antonio Villacieros Errejón es el padre del que fuera ex número dos de Podemos, y que, desde un segundo plano, se ha convertido en uno de los cerebros promotores de la escisión –hoy irreconciliable– entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. José Antonio irrumpió en los ochenta dentro de la Guardia Roja, organización juvenil del Partido de Trabajo de España. El activista marxista se adentraría después en cargos gubernamentales sin distinción de siglas. Pasando por UCD, PSOE y después por el PP. En 1981 fue subdirector general de Medio Ambiente dentro del entonces Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo.

En 1983 firmaría el conocido «Manifiesto de Tenerife», antecedente del partido Los Verdes –de ahí el ecologismo político que hoy Errejón ha abanderado para sumar a EQUO–. En 1989 se convertiría en secretario general del Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Icona), bajo el paraguas de Felipe González. Iría escalando en el mismo gabinete durante años. En 2008 con José Luis Rodríguez Zapatero pasaría a dirigir la División de Evaluación de la Agencia Estatal de Agua y Calidad (AEVAL), cargo que ostentaría también en 2014 con Mariano Rajoy. Este experimentado alto cargo que ha transitado indistintamente por Gobiernos de diferente color sería el promotor de la que hoy se conoce como mayor crisis de Podemos. En 2016 su posición proclive a tejer una alianza entre morados y socialistas desencadenó en el primer desencuentro estratégico entre los entonces líderes morados, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.

Desde una columna en la revista «Viento Sur» mostró argumentos favorables para que tras la legislatura fallida de 2015, ambos partidos llegaran a una puesta en común, un planteamiento defendido públicamente por su hijo. En la citada tribuna censuró que el intento de Pablo Iglesias de «sorpassar» al PSOE fuese idóneo, al no constituir un «objetivo instituyente» y tratarse solo de la opinión de «algunos sectores minoritarios de izquierda» para «hacer cumplir la Constitución, produciendo un cierto giro a la izquierda», en referencia –aunque sin nombrarle–al histórico ex dirigente de IU Julio Anguita, cercano a la figura de Iglesias y sí señalando al cofundador morado Juan Carlos Monedero. Fue también quien alimentó dentro de la formación la tesis sobre la necesidad de conformar una «herramienta nueva» desde el partido para «volver a conectar con el espíritu del 15-M». En sus palabras, Podemos «no puede cristalizar en un nuevo sistema de partidos que agote la potencialidad democrática despertada» con el movimiento social de la Puerta del Sol.

Hoy ese instrumento nuevo tiene nombre, Más País, y se presenta como alternativa a Pablo Iglesias. Pero no es este el único ejemplo que hace honores al refrán «De tal palo, tal astilla». Existen más casos de líderes vinculados a la izquierda que han acabado siguiendo los pasos de sus padres. Padres de políticos actuales que mantienen lazos estrechos con el PSOE –principalmente– de hace treinta y hasta cuarenta años. Ramón Espinar Merino, el ex secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, tras renunciar a todos sus cargos en el partido a principios de verano regresaba a la escena política para reabrir la crisis interna del partido pidiendo un nuevo Vistalegre para liderar una alternativa frente a Iglesias y Montero, un órdago que finalmente no prosperó.

Su padre, Ramón Espinar Gallego ostentó la alcaldía de Leganés desde el 1973 hasta el 1983. En 1987 fue presidente de la Asamblea de Madrid en su primera legislatura y también consejero de Cultura y de Hacienda de la Comunidad de Madrid en los ejecutivos autonómicos de Joaquín Leguina. La conocida como «fontanera» de Más País, la ex concejala de IU en Rivas Tania Sánchez, que también se sumó al proyecto de Iglesias hasta 2017 –cuando fue relegada al gallinero del Congreso– es hija de Raúl Sánchez Herranz, quien desde 1999 fue concejal del Ayuntamiento de Rivas en materias como Desarrollo Económico y Empleo y Medio Ambiente y Deportes. La concejala del Ayuntamiento por Más Madrid, Rita Maestre, y mujer de confianza de Íñigo Errejón cuenta con el aval de su padre Luis Maestre Áviles. Desde 1980 fue funcionario de Administración del Estado. Entre 2004 y 2012 diseñó y gestionó el servicio de la Agencia Tributaria en el Ayuntamiento de Madrid. En 2014 se postuló como candidato al Consejo Municipal de Podemos, y desde 2015 es subdirector de atención al contribuyente de la Agencia Tributaria de Madrid.

A los varios ejemplos –como la ex diputada socialista Rosa Lluch, hija del ex ministro socialista asesinado por ETA, Ernest Lluch o la hija del ex juez Baltasar Garzón, María Garzón, que fue en las listas por Madrid del partido Actúa– les sigue la madre del ex diputado de Unidas Podemos, Pablo Bustinduy, que abandonó su cargo en esta legislatura. Su primogénita fue ministra de Sanidad en los 90 bajo el mandato de Felipe González, y antes habría ocupado los cargos de secretaria técnica del Ministerio de Obras Públicas y de subsecretaria de la cartera de Sanidad.

La sucesión político-familiar continúa con arraigo también el bloque de la derecha con los nombres de Santiago Abascal y de Adolfo Suárez Illana, entre otros, en el foco.