Casa Real

La Reina, en su sitio

La Razón
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Una vez más, la Reina demostró ayer que, por encima de las delicadas circunstancias que atraviesa en estos momentos la Familia Real, ella estaba en el lugar que le correspondía: en la clínica donde el Rey iba a ser sometido a una delicada intervención quirúrgica para solucionar sus problemas de columna.

Junto a ella, sus dos hijas, las Infantas Elena y Cristina, lo natural en cualquier familia en la que la que el padre tiene que pasar por el quirófano y permanecer en manos de los expertos cirujanos durante varias horas.

El núcleo puro y duro de la familia se completó con la llegada, un poco después, de los Príncipes de Asturias, que se unieron en torno a Doña Sofía en ese tiempo de tensa espera en el que estás pendiente de cualquier noticia que te llegue del equipo quirúrgico.

Un tiempo en el que, a pesar de que te hayan asegurado que tu familiar está en buenas manos, no puedes evitar que te asalten temores e incertidumbres acerca del éxito de la intervención.

La Familia Real fue ayer una auténtica piña agrupada en torno a la Reina, a la mujer que ha demostrado saber estar en su sitio siempre y actuar de la forma adecuada en cualquier circunstancia. Doña Sofía ha sido educada para no olvidar nunca su condición de Reina, para recordar que cuando uno pertenece a una institución como la monarquía nunca puedes anteponer los sentimientos personales a las obligaciones y deberes. Afortunadamente, la Reina tiene buena memoria.