La UE unifica datos sobre yihadistas para evitar que entren por alguna de sus fronteras

El terrorismo islamista es uno de los temas que tratan hoy Rajoy y Hollande en París.

Los yihadistas que traten de regresar a Europa («foreing fighters») después de haber combatido en Irak o Siria en el seno del DAESH (Estado Islámico) u otras formaciones similares, lo tienen mucho más complicado, por no decir imposible, gracias a las medidas que se han adoptado, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas. Entre estas medidas, algunas de las cuales no se revelan por razones operativas, figura la creación de un archivo conjunto de las distintas Fuerzas de Seguridad europeas, que puede ser consultado en tiempo real, con todos los datos que los servicios especializados tienen sobre dichos individuos y que incluyen, además de los datos habituales en estos casos, otros que recogen una serie de detalles que permiten la más fácil identificación de los terroristas en cuestión.

Hasta ahora, un yihadista que era buscado en España (y sobre el que no pesaban imputaciones que hubieran dado lugar a una orden internacional de detención) tenía, en teoría, relativamente fácil entrar a la Unión Europea por un país diferente al de su origen. Podían, según las órdenes recibidas de los responsables del DAESH, quedarse en esa nación con la intención de cometer atentados o dirigirse hacia el lugar del que sean oriundos, aunque conlleve siempre el riesgo de ser detectados por los agentes que operan sobre la zona, donde es más fácil ser reconocido.

Los datos incluidos en el ordenador central, y que pueden ser consultados desde cualquier punto fronterizo o control, incluyen, si se conocen, la relación de actividades que haya desarrollado en el país en el que se ha operado el yihadista, la experiencia con la que cuenta y, por lo tanto, su potencial peligrosidad.

El nuevo sistema de control ha dado ya resultados e islamistas que regresaban a la Unión Europea han sido detenidos.

Complementariamente, al haber sido modificada la legislación en algunos países, algunos de los yihadistas que habían regresado de zonas de combate o que pretendían acudir a ellas, han podido ser imputados judicialmente. Según la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA), en la actualidad el DAESH cuenta con una cifra de combatientes que puede llegar a los 30.000, de ellos unos 15.000 son extranjeros, (2.000 de ellos occidentales) procedentes de 80 países diferentes. Según las fuentes consultadas por este periódico, uno de los países que más militantes aporta al DAESH es Marruecos, con una cifra que supera con creces los 1000. Las nuevas cifras corresponden a los últimos informes de la agencia de inteligencia elaborados entre mayo y agosto, un período en el que la amenaza del DAESH se intensificó y el presidente de los EE. UU., Barak Obama, ordenó intensificar la intervención militar en Siria.

Se calcula que más de un centenar de estadounidenses ha luchado con los grupos terroristas más radicales desde el comienzo del conflicto en la zona. En los últimos nueve meses, el número de ciudadanos de EE UU que ha ido a combatir en Siria se ha duplicado.

Ante la expansión del Estado Islámico y el creciente número de extranjeros que se ha desplazado hasta Siria e Irak para luchar en sus filas, las autoridades europeas y estadounidenses han decidido aumentar sus recursos con el objetivo de detenerlos antes de que salgan de sus países de origen y continúen expandiéndose.