El desafío independentista
Los barones del PSOE: «El coste de la foto con Torra será altísimo»
Los presidentes Lambán y Page censuran los pactos del Gobierno con el independentismo
La foto de Pedro Sánchez y Quim Torra dotando de oficialidad a la «cumbre entre gobiernos» que se produjo el jueves en el Palacio de Pedralbes ha soliviantado a los dirigentes territoriales tradicionalmente críticos con la gestión que por parte del Ejecutivo central se está haciendo de la crisis y las relaciones con Cataluña. Desde estos sectores del PSOE se censura la «tibieza» del Gobierno con los independentistas y los gestos constantes que les dedican para mantenerles como aliados de su andadura ejecutiva. Si hace unos días, dirigentes como Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) o Javier Lambán (Aragón) elevaban el tono, pidiendo la ilegalización de los partidos soberanistas, en un intento desesperado por marcar distancias con Moncloa de cara a los procesos electorales a los que se enfrentarán en 2019 y en los que se juegan revalidar sus gobiernos, la «foto de la vergüenza», como se refieren a la instantánea del jueves en Barcelona, ha contribuido a elevar la tensión interna de un partido que, tras la debacle en Andalucía, afronta inseguro su próximo paso por las urnas.
En estos sectores consideran que Sánchez ha antepuesto su propia supervivencia política al éxito electoral del partido el 26 de mayo y consideran que tras los últimos acontecimientos –entre ellos, la aprobación de la senda de déficit con el apoyo de ERC y el PDeCAT– el Gobierno tiene prácticamente asegurada la aplicación de los Presupuestos, lo que alarga el horizonte de la legislatura al menos hasta otoño de 2019. Por un lado, esto aleja la expectativa del «superdomingo» que los barones querían evitar, pero mantiene viva una alianza con los independentistas que les perjudica en sus campañas electorales. «El coste electoral será altísimo», reconocen fuentes consultadas por LA RAZÓN, que aseguran que la escenografía vacua de Pedralbes permite tanto a Torra como a Sánchez «ganar tiempo». Más vehemente se muestra el presidente de Aragón, Javier Lambán, que criticó la «pusilanimidad» del Gobierno y llamó a defender la unidad de España y la Constitución frente a «cánceres como el soberanismo catalán». En este sentido, hay que recordar que el Gobierno retiró del comunicado conjunto con la Generalitat la alusión a la Carta Magna para evitar agraviar al Govern. Esta defensa de la Constitución pasaría, en opinión de Lambán, no por pactar con el independentismo, sino «a través del combate inmisericorde por la vía de la política, de la ley, la cultura y la verdad».
Otros dirigentes consultados por este diario han preferido no contribuir a elevar las críticas contra el Gobierno por una foto que no consideran «procedente» y que entienden que ha logrado «eclipsar» una medida tan potente como la subida del Salario Mínimo que se aprobaba ayer en el Consejo de Ministros en Barcelona. Estas fuentes resuelven que se están «quemando cartuchos importantes» en lo que denominan «errores tácticos» de calado. En todo caso, critican que la pregonada «normalización» no ha sido tal, porque nada tiene que ver esta reunión con la que se produjo en Andalucía con Susana Díaz, lo que supone ahondar en las diferencias entre territorios. Unas diferencias que algunos feudos no están dispuestos a consentir. A nivel estratégico, sin entrar a valorar la foto con Torra, en el PSOE lamentan que ésta instantánea da «munición» a la oposición de PP y Ciudadanos para seguir erosionando al Gobierno central y a los ejecutivos regionales. «Solo sirve si es para permitir una ‘‘rendición’’ digna a Torra, otra cosa sería un camino al desastre», advierten.
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