Política

El desafío independentista

Las diez claves del futuro de Cataluña

La Razón
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¿Por qué Mas convoca la consulta a sabiendas que no se hará?

Artur Mas no ha convocado la consulta el 9 de noviembre para que le envíen un «ramito de violetas». Lo ha hecho para ganar tiempo y evitar el ridículo. Además de insuflar entusiasmo y evitar desánimo entre los suyos, tiene un año para apuntalar a su Gobierno, acosado por la deuda y maldecido por los ciudadanos a causa de los recortes. El presidente catalán consigue así el anhelado apoyo de ERC para aprobar los presupuestos de 2014. Al menos, eso se supone aunque siempre hay que tener en cuenta que ERC es un partido en el que la deslealtad es su leit motiv. Este tiempo ganado tiene también un objetivo no confesado. Recuperar el liderazgo perdido en favor de ERC en el movimiento independentista.

La consulta nunca se hará. Lo ha dicho el presidente Rajoy pero lo dicen también todos los líderes catalanes que han aparecido en la foto flanqueando a Mas. Todos saben que la consulta es una cortina de humo pero era necesario alcanzar un acuerdo para evitar el más estrepitoso ridículo y fijar en Rajoy y Rubalcaba, al PP y al PSOE, como enemigos exteriores.

ERC en el Gobierno

En las próximas semanas CiU acentuará su presión sobre los republicanos en dos frentes. Presionará a Oriol Junqueras para que entre en el Gobierno. En CiU ha calado la idea de que los republicanos suben en las encuestas porque no sufren ningún desgaste. Para algunos dirigentes nacionalistas, es necesario para recuperar posiciones en las encuestas que ERC comparta los disgustos de gobernar y asuma su parte de desgaste. ERC no están por la labor aunque se dejarn querer. Están muy cómodos en su estrategia de erosión continuada que ha consolidado su «sorpasso» electoral sobre CiU.

Las europeas, un traspié a evitar

La presión política y mediática a ERC se acentuará ante la proximidad de las elecciones europeas. Artur Mas y su estratega de cabecera, el conseller de Presidencia, Francesc Homs, quieren evitar a toda costa un revés electoral. No sólo se pedirá a ERC responsabilidad para entrar en el ejecutivo sino que se le apretarán las tuercas para conseguir una candidatura única en las elecciones europeas con la excusa de visualizar un amplio respaldo al derecho a decidir y enviar un mensaje a Europa. De momento, ERC hace oídos sordos y ha elegido a su cabeza de lista, el filósofo Josep Maria Terricabras.

La estrategia parlamentaria

Con los presupuestos aprobados, Mas moverá la pieza parlamentaria. CiU, ERC, CUP e Iniciativa presentarán el 15 de enero en el Parlament una propuesta para pedir al Congreso las competencias de delegación para realizar la consulta. Un paso similar al seguido en el Estatut para que la Generalitat tenga acceso a los censos y al aparato técnico e informático que garantiza los procesos electorales.

Una vez aprobada por el Parlament, esta petición se trasladará en el mes de febrero al Congreso de los Diputados, aunque está por ver bajo que fórmula. El Congreso la rechazará y Mas podrá agitar de nuevo los sentimientos ante lo que él calificará de un nuevo ataque de España a la democracia que quieren ejercer los catalanes. El presumible rechazo del Congreso acelerará la Ley de Consultas que tramita el Parlament y bajo cuyo paraguas se quiere presentar la consulta como legal.

Blindaje ante el gobierno y el TC

Para evitar recursos al Constitucional, la pregunta no llegará al Parlament hasta que sea estrictamente necesario. Seguramente, Mas la presentará coincidiendo con el referéndum escocés para así tener el altavoz mediático que busca en Europa.

La estrategia de propaganda

Durante este año, se acentuará la propaganda a través de los medios de comunicación públicos, afines y subvencionados. De hecho se aumentarán las partidas presupuestarias para estos medios. El objetivo será identificar Cataluña con el soberanismo. Un ejemplo, el titular de «El Periódico» 24 horas después del anuncio: «Cataluña da el paso, España se enroca». Por su parte, el Consejo de Transición Nacional aportará todo tipo de documentos –supuestamente serios y eruditos– para justificar la independencia y explicar las bondades y los éxitos de la nueva Cataluña. Como aperitivo a lo que se espera, CDC ha editado un tríptico en el que se afirma –sin rubor- que el paro bajará el 10% en el primer año de independencia y las pensiones no sólo se podrán pagar sino que aumentarán en esta nueva etapa idílica.

El Plan B de Mas

Si no consigue llegar a un acuerdo con el Estado para celebrar la consulta, Mas no la convocará porque sería ilegal. Es consciente que la ilegalidad le pondría de espaldas a la comunidad internacional. A estas alturas el ejecutivo de Rajoy habría presentado ya un recurso al Constitucional y el alto tribunal habría desautorizado el referéndum. Por tanto, en este 2014, después de algaradas, sobreactuaciones y acusaciones, el presidente Mas sacará a relucir su plan B: convocar elecciones. Habrá ganado tiempo y espera estar recuperado frente a su socio-adversario republicano. Por si acaso, seguirá agitando la unidad del movimiento secesionista para presentar candidaturas conjuntas con ERC en esas elecciones. La fecha, mayo de 2015, coincidiendo con las municipales, buscando el efecto de las municipales de 1931 que acabaron con la monarquía. Mas espera ganar estas elecciones y fortalecerse para volver a reiniciar la negociación con el estado. Algunos esperan que sea más atrevido y el nuevo Parlament declare unilateralmente la independencia.

El dilema de Iniciativa per Cataluña

Iniciativa per Cataluña es el eslabón más débil del cuarteto del Palau. De hecho, los ecosocialistas son los únicos que no son independentistas. Sólo el 25% del partido se declara soberanista, el resto federalista. Sin embargo, Joan Herrera ha dado pábulo al órdago de Mas y se ha convertido en la gran justificación pero a corto plazo puede convertirse en el gran problema. IC se siente identificada con la pregunta soberanista porque reconocer a Cataluña como estado les legitima para defender su postura federal pero se siente incómoda. El primer roce puede producirse este mes de enero. IC quiere que el congreso tramite la petición de competencias como una proposición de ley para poder negociar con el estado. El resto de fuerzas, CiU, ERC y las CUP, quieren que se presente como una proposición no de ley. Quieren, simplemente, que se rechace sin más.

Victimismo en Europa

Artur Mas dedicará tiempo y esfuerzo a presentarse como víctima en Europa. En los partidos nacionalistas es creciente la preocupación por la actitud europea. La estrategia será quitar importancia a los desaires para evitar que cale en los ciudadanos que la aventura está condenada al fracaso.

Demonizar a España

La campaña contra quienes se oponen al proceso irá in crescendo. De hecho todo aquel que osa poner en cuestión la independencia es simplemente un fascista y no quiere a Cataluña. En palabras del consejero de Presidencia, Francesc Homs, el que se opone «quiere liquidar Cataluña».