Política

Pequeño Nicolás

Los abogados quieren plantarle tras su aparición en televisión

Creen que le perjudicarán sus declaraciones

La Razón
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El juez prorrogó el pasado viernes un mes más el secreto de sumario del caso del «pequeño Nicolás», ya que la Policía continúa enviando informes sobre Fran –como lo llaman sus familiares y amigos–, según fuentes judiciales. Este hecho provocó el enfado del joven, que decidió hablar con algunos medios de comunicación tras más de un mes recluido en una vivienda madrileña. «No me voy a quedar otro mes más callado, no puedo más», recalcó ese mismo día en declaraciones a LA RAZÓN. Así que esa misma tarde se citó con un periódico y una televisión para romper su silencio, lo que ha desembocado en un fuerte enfado por parte de su defensa. «Estoy disgustado con Fran por no decirme que iba a salir en los medios, máxime sin saber el contenido de sus manifestaciones», explicó uno de sus letrados, Víctor M. Zunkel, a este diario. De hecho, el joven lleva varios días sin ni siquiera coger el teléfono a Zunkel y a su compañero, Israel Paz.

El pasado viernes el propio Fran comentó a este periódico su disgusto por la defensa que sus abogados estaban haciendo de él hasta el momento. «Estoy barajando cambiar de letrados», contestó al ser preguntado al respecto. La realidad es que ni defensa ni defendido están contentos. Víctor M. Zunkel indicó que «es falso que queramos dejarle, pero sí es cierto que estamos enfadados».

Sin embargo, según ha podido saber LA RAZÓN, el bufete que le representa tiene intención de no continuar defendiendo al joven. La estrategia de su defensa pasaba por el silencio absoluto, pero Fran decidió romperlo en un ataque de rabia al ver que tendría que estar un mes más desaparecido del mapa. Incluso se había teñido el pelo y dejado barba para intentar pasar desapercibido, ya que había empezado a salir a la calle, siempre con bufanda, tapando su cara, y gorro. «He cambiado de imagen para salir y que no me reconozcan», dijo. Pero la ampliación del secreto provocó que decidiera hablar con los dos medios que una persona de su entorno le recomendó.

En este tiempo de reclusión, Fran ha seguido haciendo negocios. De hecho, continúa trabajando para vender la finca del empresario toledano –que ha declarado no sentirse estafado– al que supuestamente estafó y por lo que lo detuvieron el pasado 13 de octubre varios agentes del departamento de Asuntos Internos.

El joven, durante este tiempo, no ha estado tan desconectado del mundo como parecía, ya que hablaba con diversos periodistas e iba contando, por fascículos, parte de sus hazañas. «No he contado casi nada, cuando hable ante el juez temblarán los cimientos de este país», señaló en declaraciones a este periódico. Al joven le gusta verse en pantalla y leer noticias sobre su historia, aunque considera que se han contado muchas mentiras sobre su vida. «Hablan de mí en todos los programas porque sube la audiencia», comentaba, orgulloso de haberse convertido en el mediático «pequeño Nicolás», porque como reza una frase utilizada por el joven en las redes sociales: «El éxito consiste en obtener lo que se desea» y su deseo siempre ha sido llegar a lo más alto en la vida política y desde pequeño ha tenido los «delirios de grandeza» que los forenses reflejaron en un informe tras su detención. De hecho, un amigo de la infancia de Fran relató que cuando tenía tan sólo ocho años le decía a su padre, don Francisco Gómez, que si no iba al colegio a recogerlo con un buen coche era mejor que no fuera.