Crisis del PSOE

Los barones anti-Sánchez suman más de la mitad de los diputados

Los barones anti-Sánchez suman más de la mitad de los diputados
Los barones anti-Sánchez suman más de la mitad de los diputadoslarazon

De los noventa parlamentarios del Congreso, 47 no apoyarían las directrices del secretario general socialista.

La pugna interna en el PSOE se va a dirimir en varios escenarios y con seis claves a tener en cuenta.

Primera clave. El Comité Federal debe ser convocado de forma ordinaria para decidir la fecha del congreso. Si no es convocado por Pedro Sánchez puede ser convocado por el 30% de los miembros del mismo. Dicho de otra manera, de los 250 miembros del máximo órgano entre congresos del PSOE, se necesitan 80 firmas para que sea convocado. El secretario de Organización, César Luena, compareció ayer para seguir en la ambigüedad. El Comité Federal se convocará en las próximas semanas y el congreso tendrá un ligero retraso, afirmó sin entrar en más detalles. Sin duda, las federaciones díscolas tienen los miembros suficientes para forzar la convocatoria del Comité Federal –aunque las diferentes delegaciones no son monolíticas–, pero esto no se ha producido nunca en el PSOE. Hasta cuando dimitió Joaquín Almunia, el proceso congresual fue dirigido por una Comisión Gestora.

Segunda clave. Desde el último congreso, celebrado en el verano de 2014, el secretario general del PSOE es ratificado por el congreso, junto con su equipo y los órganos de gobierno del partido, pero es elegido con el sufragio directo de los militantes. Por tanto, la convocatoria del congreso requiere de un periodo previo de cerca de un mes para iniciar todo el proceso congresual. Por ejemplo, si el congreso se convoca a mediados de marzo, el proceso de presentación de candidatos, recogida de avales, campaña electoral y votación absorbe prácticamente un mes. O sea, en este caso el proceso electoral empezaría a mediados de febrero.

Tercera clave. La formación del grupo parlamentario. El congreso se constituye el próximo día 13 de enero. A partir de esa fecha, el actual candidato y presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, debe ser designado por el Rey e intentar su investidura. En el mejor de los casos, esta situación llevaría las fechas hasta finales del mismo mes de enero, sometiéndose Rajoy a dos sesiones de investidura en un plazo de 48 horas. Sánchez afrontará esta primera sesión de investidura como el líder del PSOE y podría asumir una negociación –casi muerta de antemano– con Podemos. Su programa social tiene escasos visos de prosperar.

Cuarta clave. El control del grupo parlamentario. De los 90 diputados socialistas, 47 pertenecen a las federaciones que exigen un congreso inmediato. Los cinco barones que defienden en público el no aplazamiento del Congreso Federal Ordinario de febrero tienen en su haber 47 de los 90 escaños conseguidos en las elecciones generales del 20-D. Andalucía 22, Comunidad Valenciana 7, Castilla-La Mancha 7, Extremadura 5, Canarias 4 y Asturias 2. Los cinco líderes son además presidentes de sus comunidades autónomas. Gobiernan en solitario Andalucía, Asturias, Extremadura y Castilla-La Mancha, aunque Ciudadanos apoyó la investidura en Andalucía, Izquierda Unida hizo lo propio en Asturias y Podemos facilitó la presidencia socialista en Extremadura y Castilla La Mancha. Sólo en la Comunidad Valenciana existe un gobierno de coalición del PSOE con Compromís que cuenta el apoyo externo de Podemos. En este punto, cabe destacar que Ximo Puig no tiene el control absoluto de sus diputados y puede tener contestación entre sus filas. El PSOE canario es socio del gobierno de las islas.

Los que respaldan las tesis de Pedro Sánchez suman 28 escaños. Cataluña 8, Madrid 6, Galicia 6, País Vasco 3, Baleares 2, Murcia 2 y La Rioja 1. En estas comunidades el PSOE sólo gobierna Baleares, en coalición con Mes. Sin embargo, se podrían encontrar matices. Miquel Iceta, el primer secretario catalán, ha mostrado su apoyo a Sánchez, pero son de todos conocidas las malas relaciones entre Carme Chacón y el líder socialista. Además, los diputados electos se sitúan en la órbita de Chacón, no de Iceta. En Madrid, desde hace meses suenan tambores de guerra y no es descartable que los partidarios de Tomas Gómez hagan patente su descontento. Similar situación es la de Galicia dónde el secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, está imputado por prevaricación y cohecho, y las aguas bajan turbulentas. Una de las voces más críticas es la del que fuera todopoderoso secretario de organización, José Blanco.

Un tercer grupo de 15 diputados se podrían situar en los «no adscritos». Son los de Castilla y León 9, Aragón 4, Cantabria 1 y Navarra 1. En este grupo, el PSOE solamente preside Aragón, en colaboración con la Chunta y Podemos, y es socio de gobierno en Cantabria. El presidente de Aragón, Javier Lamban, apoya a Sánchez y también Luis Tudanca, máximo responsable de Castilla y León. Sin embargo, en ambas comunidades hay voces corales. Ayer, Julio Villarrubia, rival de Tudanca, hizó una vibrante intervención reclamando el Congreso.

Quinta clave. la correlación de fuerzas en el territorio para ganar las primarias. Este punto será el fundamental en caso de una campaña de primarias entre los militantes socialistas. La fuerza de Andalucía y las federaciones que le apoyan auguran un resultado con pocas sorpresas a su candidato o candidata, que a día de hoy es la gran incógnita. Sánchez cuenta con apoyos en diferentes territorios, pero con escasa incidencia en la militancia y en algunos casos la división es más que evidente. El año pasado votaron en las primarias socialistas 128.300 militantes, de los casi 200.000 censados. Sánchez ganó por la gran ventaja que logró en Andalucía.

Sexta clave. Además, el peso absoluto de las federaciones que quieren un cambio en el liderazgo del PSOE tendrá su relevancia en el congreso porque pueden tener una cómoda mayoría de delegados para imponer sus criterios. La elección de delegados será la (pen)última de las batallas.