Los grandes evasores, en la «diana» del Gobierno

La decisión la había anticipado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y ayer la solemnizó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Senado. El Ejecutivo ha colocado en su «diana» a los mayores defraudadores y estudia «en profundidad» los cambios legales necesarios para poder hacer pública su lista. Rajoy no fijó calendario ni anticipó cómo se puede concretar esa reforma, pero sí oficializó que trabaja para sacar adelante esta iniciativa.

El presidente ratificó que no publicará la lista de los ciudadanos que se han acogido a la «amnistía fiscal». «El Gobierno tiene que cumplir la ley», defendió en respuesta al senador del Grupo Mixto Jesús Iglesias, que le reprochó que el Ejecutivo no informe sobre la lista de personas físicas y jurídicas que se han acogido a ésta, cuando, en su opinión, parece haberse convertido en una «lavadora de blanqueo de capitales».

Rajoy le recordó que la regularización fiscal es un «procedimiento extraordinario, excepcional y limitado en el tiempo»; que no es nuevo ni en España ni en ningún otro país del mundo; y que, además, en este caso obliga a la identificación real de los titulares de bienes y derechos y en ningún caso borra, limpia o encubre delitos.

En cuanto a la publicación de la lista de grandes defraudadores, desde el Gobierno sostienen que es una medida coercitiva con carácter preventivo. Creen que haría que muchos empresarios o grandes defraudadores se lo pensaran mucho por el coste social de ver «tumbada» su reputación.

En la sesión de control en el Senado, el presidente del Gobierno no se salió de su libro y tampoco entró al «trapo» del «caso Bárcenas» y ratificó que el déficit en 2012 fue del 6,74 por ciento del PIB frente al 8,96 por ciento del pasado año.