Mas ofrece a los profesores un día libre por participar en el 9-N

Las direcciones de los institutos se ven obligadas a entregar las llaves del centro a los organizadores de la consulta para la colocación de las urnas

La maquinaria del simulacro de consulta para el 9-N sigue funcionando de forma velada para evitar levantar demasiadas sospechas. Uno de los puntos flacos del plan alternativo que Artur Mas ha puesto en marcha radica en la organización de los centros de votación ubicados en los institutos de Cataluña. Para ello, la Generalitat pretende reclutar –a través de los directores de los centros públicos– a «voluntarios» entre el profesorado para estructurar las mesas del pseudoreferéndum secesionista.

Uno de los objetivos de la creación de estos equipos de tres miembros de profesores será habilitar la entrada al centro –deberán entregarles las llaves del instituto– a los organizadores de la consulta que acudan con las urnas y las papeletas y, una vez dentro, facilitar y supervisar su actividad a través del equipamiento puesto a su disposición. A cambio de este servicio a la independencia de Cataluña, el Departamento de Enseñanza de la Generalitat ofrece un día libre, aunque ninguna retribución, pues quienes son afines no la necesitan.

El reclutamiento se inició con una primera y única reunión informativa, el pasado 16 de octubre, entre representantes del Departamento de Enseñanza y directores de los institutos catalanes, en la que les solicitaban su colaboración en los preparativos y desarrollo de la «jornada de participación ciudadana».

Aunque esta colaboración es «voluntaria», fuentes próximas a la dirección de uno de los centros confirmaron a LA RAZÓN que la opción de no ser favorable no existe. «Participar es una orden», señala. Los directores de los centros están sometidos a mucha presión en este asunto. «Todos van a entregar las llaves. Se juegan el puesto si no lo hacen», señala esta misma fuente.

En el instituto de Tarragona en el que trabaja esta profesora, la dirección del centro –después de su reunión con el Departamento de Enseñanza– realizó un claustro extraordinario en el que se trasladó a los docentes las instrucciones de la Generalitat. «Sólo hubo una voluntaria. Los profesores no estaban muy por la labor de participar y no se dio opción a que se presentasen más», destaca. Los dos miembros que completarán el equipo de este instituto forman parte de la dirección. «Lo hacen, sin estar de acuerdo, para custodiar el centro».

La falta de seguridad es otro de los aspectos que preocupan ante una consulta que roza la ilegalidad y que no va a contar con el apoyo de los Mossos D’ Esquadra dentro de los espacios educativos. «En un instituto hay mucha documentación relevante, no se puede dejar entrar a gente de la calle sin más», destaca preocupada esta profesora, que prefiere no desvelar su identidad ante el miedo de quedar «señalada» si lo hace. «Doy las clases en castellano, no me gustaría que en una inspección me obligasen a darlas en catalán», comenta.

La colaboración secesionista no sólo se realizará el 9-N, quienes se presten a participar también deberán asistir al «centro de votación» doce horas –de 8:00 a 20:00 h.– el sábado 8 de noviembre y estar disponibles el viernes para cualquier comunicación. Ese día, el 7 de noviembre, es previsiblemente el que se otorgue libre a los «voluntarios», que tendrán que ser sustituidos por sus compañeros. «Yo me he negado a hacer ninguna sustitución», señala la docente.

A pesar de haber iniciado los contactos, desde la Generalitat se cuidan de no dar ninguna instrucción por escrito. Mientras los secuaces de Artur Mas vigilan al milímetro no incurrir en ninguna ilegalidad que pueda comprometer el proceso, empujan a los funcionarios de los centros a actitudes, cuanto menos cuestionables, al ceder las llaves de los mismos sin ninguna orden escrita que lo acredite. Porque, a día de hoy, quienes participarán en el simulacro de referéndum dicen no tener ninguna información. «Sólo sabemos que debemos liberar el vestíbulo y facilitar sillas y mesas para que se instalen las urnas», confiesa.

Muchos de estos centros participan a regañadientes en el «proceso de participación ciudadana» previsto para el 9-N, y lo hacen siguiendo órdenes de la Generalitat en el caso de que su titularidad sea pública, aunque también se ha tanteado a colegios privados y concertados. En estos centros hay mayor libertad. «La secretaria de la patronal llamó a un director de un instituto privado y éste se negó a cederles el centro», destaca.

La Generalitat ya ha pasado lista. «El ambiente está muy enrarecido. El tema ni se toca», desvela.

Las presiones que denuncian en privado los directores de institutos tuvieron su visibilidad pública a través de los llamamientos que partidos como el PP o Ciudadanos han realizado.

La portavoz de C’s, Carina Mejías, explicó en rueda de prensa que su partido había recibido «bastantes» llamadas de directores de institutos que alertaban de la presión recibida por parte del Ejecutivo de Artur Mas. Y retó al Gobierno autonómico a «pedir la colaboración de los directores por escrito», en lo que considera una «vulneración reiterada de la libertad y la pluralidad ideológica». El portavoz adjunto del PP, Santi Rodríguez, también señaló haber recibido «correos, whatsapp y alguna carta» con quejas de este tipo.

Los Mossos, también bajo presión

No sólo quiere Artur Mas que los directores de instituto o los profesores ejerzan tareas de responsabilidad como «voluntarios». También hará uso de los Mossos d’Esquadra y avisa de que los que sean movilizados para ese día no podrán negarse a menos que esgriman motivos de salud documentados. En el planning de grandes eventos de la Policía autonómica ya está incluida la fecha del referéndum ilegal. Desde la Generalitat se asegura, sin embargo, que los agentes «estarán del lado de la ley» porque «el Govern estará al lado de la legalidad».