Mayor «planta» a la cúpula del PP desde su salida de la lista europea

En política hay bastantes veces en que las cosas no son exactamente como se presentan. Pero el tiempo, casi siempre, acaba dejando ver la realidad que se oculta detrás del discurso oficial. Así, por ejemplo, la decisión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de no volver a contar por tercera vez con Jaime Mayor Oreja como «cabeza de lista» del PP para las elecciones europeas se presentó como un paso atrás voluntario del ex ministro y como un acuerdo entre las dos partes. Esto implicaba que la relación entre ambos, y de Jaime Mayor con su partido, no debería verse afectada por esa decisión y por su ausencia en la lista europea. Los hechos, sin embargo, llevan a pensar lo contrario.

Cierto es que en el Partido Popular admiten que el distanciamiento viene de lejos. Pero desde que se oficializó que no volvería a ser el candidato Mayor Oreja ha obviado las reuniones del Comité de Dirección del partido. Este órgano colegiado está conformado, por decisión personal de Rajoy, por la secretaria general, los tres vicesecretarios y los portavoces parlamentarios en el Congreso, en el Senado y en el Parlamento Europeo, responsabilidad esta última que todavía ostenta el político vasco. Su función es llevar el día a día de la formación, y se reúne habitualmente los lunes para analizar la estrategia semanal y, sobre todo, para fijar la agenda.

Ya antes Jaime Mayor se ausentaba con cierta frecuencia de las reuniones del Comité de Dirección con la justificación de sus viajes y sus obligaciones en el Parlamento Europeo. Y esto era bien recibido por otros compañeros de la cúpula popular, que compartían quejas sobre las supuestas filtraciones que el ex ministro hacía del contenido de los debates a puerta cerrada que se celebran en este órgano directivo. El todavía dirigente europeo tampoco asistió a la Convención Nacional que el PP celebró en Valladolid a principios de febrero. Entonces argumentaron que el motivo de este «plante» era que no quería ser el centro de atención ni desvirtuar el debate político del cónclave.

Frente a este distanciamiento con la cúpula oficial de su partido, Mayor Oreja, sin embargo, ha seguido manteniendo una estrecha relación con la mayoría de los «pata negra» de su organización política. Con los referentes de ese «viejo PP» que el Congreso de Valencia de 2008 eclipsó con una vuelta de tuerca al mensaje y al equipo, con el fin de que Mariano Rajoy superase su segunda derrota electoral en unas generales. Génova, en cualquier caso, resta importancia al distanciamiento con quien fuera uno de los «hombres fuertes» de la etapa de Gobierno de Aznar. Dicen incluso en el PP que el ex ministro está buscando trabajo «mirando más hacia el exterior que hacia el partido».

Aun sin candidato, el PP tiene muy avanzada su campaña electoral, que va a sostener en sus siglas y en el discurso de la recuperación, abanderado por Rajoy, su Gobierno y la plana mayor.

Sostienen que cuentan «con todo el partido» y que, por supuesto, invitarán al ex presidente José María Aznar para que participe en los actos electorales. Su ausencia en la última Convención Nacional se interpretó como la puesta en escena de la ruptura con la cúpula popular, pero en Génova mantienen que están seguros de que Aznar, «como ha hecho siempre, colaborará en todo lo que pueda».

La relación entre el «nuevo PP» y el «antiguo PP», que en otros tiempos, con Rajoy menos asentado en el liderazgo, era una cuestión de extrema sensibilidad, hoy, sin embargo, es un debate con poca trascendencia interna por mucho ruido que hagan algunos de los representantes de la etapa anterior. En esta campaña electoral, por ejemplo, el foco estará puesto en Rajoy y en el mensaje nacional con el que intente movilizar a los suyos.