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“Moncloa debilita la figura del Rey”

Los expertos concluyen que el presidente en funciones actúa como si lo fuera «de facto» sin respetar la fase de contactos que corresponde a Felipe VI y lamentan que envía «un mensaje equívoco» al no reunirse en el Congreso

El Rey Felipe VI, acompañado por los ministros en funciones de Exteriores y Ciencia en el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso, ayer / Efe
El Rey Felipe VI, acompañado por los ministros en funciones de Exteriores y Ciencia en el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso, ayer / Efelarazon

Los expertos concluyen que el presidente en funciones actúa como si lo fuera «de facto» sin respetar la fase de contactos que corresponde a Felipe VI y lamentan que envía «un mensaje equívoco» al no reunirse en el Congreso.

Pedro Sánchez es presidente en funciones. No ha abierto la negociación de apoyos para su investidura, que tendrá que resolver en el Parlamento, ni ha esperado tampoco a que el Rey inaugure la fase de contactos con los partidos que impone la Constitución.

Pero con la vista puesta en las elecciones autonómicas y municipales, y como mecanismo para ir entreteniendo el tiempo hasta que pasen esos comicios y pueda negociar su investidura con todas las «cartas» encima de la mesa, ayer puso en marcha una ronda de entrevistas en las que, al menos por el contenido que le dio a su reunión con Pablo Casado, actúa ya como presidente de facto. Habla de cauces de diálogo permanente con la oposición, de su agenda en Cataluña, de su política fiscal para «corregir la desigualdad» y de su voluntad de priorizar el impulso a la ciencia y a la transición ecológica.

Ayer, con Casado, se erigió en el nuevo presidente del Gobierno, no en el candidato a la investidura. Esta última la deben negociar los partidos en el Congreso, no el presidente en funciones con los líderes políticos.

Por otra parte, los expertos constitucionalistas consultados por LA RAZÓN coinciden al asegurar que la ronda de contactos con líderes políticos que Sánchez está llevando a cabo en La Moncloa –aunque no quiebra ninguna normativa vigente– debilita la figura del Monarca al asumir el jefe del Ejecutivo funciones asociadas tradicionalmente a la jefatura del Estado en un plano nada desdeñable en todo lo relacionado con la Monarquía como es el simbólico.

Los contactos del presidente en funciones se circunscriben al diálogo y al juego político entre partidos y no tiene ninguna relevancia jurídica directa. Precisamente por ello, apuntan los juristas, su ámbito natural son las Cortes y, señaladamente, el Congreso de los Diputados, la institución del Estado consagrada específicamente a este fin.

Por lo tanto, que Sánchez lleve a cabo en Presidencia del Gobierno unas entrevistas con candidatos a la presidencia que imita muchos detalles de la que realizará en apenas una semana el Monarca, supone infringir una importante «costumbre del protocolo» y mandar un mensaje ambiguo especialmente irresponsable en un contexto político como el español en el que el sentimiento republicano está al alza como demuestra la crisis independentista en Cataluña.

En este sentido, el profesor de Derecho Constitucional de la madrileña Universidad Complutense José Carlos Cano asegura que «no está infringiendo ninguna norma vigente» pero, añade, «la delicadeza es muy importante en la relación que el Gobierno mantiene con el Monarca». Al apropiarse el presidente en funciones de la organización de esta ronda de contactos, «la figura del Monarca queda debilitada», dado que Pedro Sánchez asume «una de las pocas funciones relevantes del Rey», insiste.

Cabe recordar que en cuanto al papel del Rey Felipe VI, la clave está en el artículo 99 de la Carta Magna que establece que «después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno». Es decir, que es el Monarca el que tiene que ponerse en contacto con los candidatos presidenciales, una vez que estén constituidas las Cortes, que en esta ocasión será el próximo 21 de mayo.

De la misma opinión es la catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona Teresa Freixes, que insiste en que «la ronda de contactos tendría que haberse hecho en el Congreso» y añade que es «normal» que la clase política mantenga encuentros para tomar el termómetro de la actualidad, «pero hacerlo en La Moncloa manda un mensaje equívoco». Según la catedrática, «aunque le quitemos hierro, me parece poco oportuno porque el formato elegido repite lo que hace el Rey. Es como si Sánchez asumiera funciones de jefe de Estado», puntualiza. Para esta experta no hay ninguna duda: Pedro Sánchez «tenía que haber sido más discreto». Preguntada sobre si existe alguna norma o ley que impida al presidente en funciones mantener estas conversaciones políticas, la catedrática es rotunda: «Se está saltando la costumbre del protocolo» y añade que «no es inconstitucional pero se presta a la confusión».