Gobierno de España

Montoro, un «policy maker» blindado frente a la opinión pública

Cristóbal Montoro / Ministro de Hacienda y Función Pública

Cristóbal Montoro
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Fiel a su costumbre, el presidente Rajoy no ha dado sorpresas mayúsculas con la composición de su nuevo Gobierno. Una de las decisiones más sobresalientes es mantener a Montoro como ministro de Hacienda aunque sin la cartera de Administraciones Públicas. Se trata de una decisión en la que va implícita la confianza que el jefe del Ejecutivo sigue teniendo en un catedrático de Hacienda Pública que pasó hace años de ser un teórico del sector público a ser «policy maker» y de los más relevantes que han pasado por los Gobiernos de la Democracia. Ni tan siquiera la mayor subida de impuestos de las últimas décadas y retrasar con ello la recuperación de la economía española en 2012, ha conseguido separar al profesor Montoro de la gestión de la Hacienda, tampoco sus continuas peleas y conflictos con el ministro de Economía. El nuevo ministro es un superviviente nato, un economista que ha conseguido blindarse frente a la opinión pública, sus colegas e incluso muchos de los que le han acompañado en los diferentes puestos que ha ocupado a lo largo de más de treinta años de profesión.

Mucho ha cambiado la economía española desde los albores de la Transición... pero Montoro sigue ahí. Incluso, tanto en su comportamiento como en las ideas que hoy defiende ha habido una especie de «regreso al pasado» cuando, por ejemplo, defendía posiciones cercanas a la socialdemocracia económica cuando participaba del coloquio que venía después de cada capítulo de la serie «Libertad de Elegir» del Nobel Milton Friedman que se emitió en La 2 de TVE a principios de los ochenta. Sin embargo, como economista del «think tank» de los empresarios (Instituto de Estudios Económicos), Montoro desplegó su lado más liberal, acorde a la época con personajes como Buchanan o su viejo profesor José Barea, pionero de la disciplina presupuestaria y primero que la consiguió desde los tiempos de Raimundo Fernández Villaverde en 1899. Entonces se declaraba tributario –y nunca mejor dicho– de estas figuras. Por eso, fue de los primeros que enseñó y practicó la «curva de Laffer» casi desde el mismo momento que Laffer la escribió en aquella célebre servilleta. Ese fue el eje de la Reforma Fiscal de 1998 y así fue su primera etapa como ministro de Hacienda dejando de estar en la sombra del entonces vicepresidente Rodrigo Rato. Montoro empezó a enseñar otras facetas hasta entonces no vistas en la última época de Aznar y forjarse una personalidad política alejada de la de su jefe anterior: Rato.

Es la persona que parapeta las decisiones de política fiscal más impopulares. Aun con eso, terminará siendo capaz de volver a la UIMP dando aquél curso en el que rechazaba la voracidad recaudatoria y reclamaba un Estado pequeño. Lo hará, sin duda, en los próximos años. Cosas veredes, Sancho.

Los retos

- Déficit.

Cumplir los objetivos pactados con la UE es el principal caballo de batalla del Gobierno.

- Reforma fiscal.

Las cifras de recaudación hacen pensar que serán necesarios nuevos cambios.

- IRPF.

Pese a la mejora del empleo, los ingresos por el Impuesto sobre la Renta no remontan lo suficiente.

- Sociedades

La recaudación por el Impuesto sobre Sociedades está muy por debajo de lo presupuestado.

- Fraude.

España está a la cola de los países que más invierten para combatir la evasión fiscal, el 0,11% del PIB.