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Morenés: «Mantengan a España en su corazón»
El ministro de Defensa viaja a Afganistán para formalizar la salida de las tropas españolas de la provincia de Badghis
La bandera de España ya no ondea en Qala i Naw. Desde ayer, la principal base española en Afganistán ha pasado a manos del Ejército afgano, después de cerca de nueve años de misión en la capital de la provincia de Badghis.
La bandera de España ya no ondea en Qala i Naw. Desde ayer, la principal base española en Afganistán ha pasado a manos del Ejército afgano, después de cerca de nueve años de misión en la capital de la provincia de Badghis. Un acto sencillo, presidido por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, puso el broche final al despliegue de las Fuerzas Armadas de nuestro país en una de los lugares más aislados y pobres del planeta. «Esta tierra –dijo– está regada por la sangre y sudor de nuestros compatriotas».
A primera hora de la mañana Morenés llegaba a la base «Ruy González de Clavijo», donde tuvo lugar el acto oficial de entrega de la base. Allí, el ministro aseguró que durante todos estos años «nuestra intención ha sido ayudar al noble pueblo afgano» y «nuestra ayuda ha supuesto la plena entrega de nuestros militares». Junto al coronel José Luis Murga, jefe del último contingente español desplegado en Qala i Naw, y medio centenar de autoridades afganas como el gobernador de la provincia de Badghis, Amidullah Alizai, el alcalde de Qala i Naw, Aliza Abu Baker, o el jefe de la tercera brigada del Ejército de Afganistán, general Dawood Shah Wafadar, Morenés hizo hincapié en que «esta provincia, esta ciudad y sus gentes permanecerán en lo más profundo del corazón de los 29.000 militares españoles que han pasado por Badghis».
Durante su intervención, recordó a los caídos en la guerra de Afganistán (100 en todo el país, de los que 17 estaban desplegados en esta base). Y subrayó que «en lo que España ha hecho el mayor esfuerzo ha sido en enviar aquí a su mejor gente para que colaboren en reconstruir esta gran nación».
Por ello, pidió al pueblo afgano que «mantengan a España en su corazón». Y es que, para el ministro, el mayor reconocimiento a tantos años de esfuerzo y sacrificios es «que los colores rojo y gualda de nuestra bandera permanezcan eternamente en el recuerdo de la gente de esta inolvidable provincia».
En el acto de entrega de la base al Ejército afgano también intervino el general Wafadar, quien sólo tuvo buenas palabras para los militares españoles. «Hoy es un día glorioso, histórico», dijo, para añadir que «estoy seguro de que estamos capacitados para garantizar la seguridad. Nuestro personal ha de saber que tiene una responsabilidad muy importante».
Con el arriado de las banderas de España y la OTAN y el izado de la de Afganistán la base pasaba oficialmente a manos del Ejército afgano. A lo largo de la pasada madrugada, los últimos 130 efectivos que quedaban en Qala i Naw abandonaron el acuartelamiento en el que es ya el último convoy de repliegue con destino a Herat. «El último infante» ha sido el nombre que le han dado los militares españoles. De esta forma se pone fin a la difícil y peligrosa tarea del repliegue que desde el pasado mes de mayo, cuando llegó el contingente ASPFOR XXXIII, se ha saldado con un total de 14 convoyes (incluido el último citado) trasladados hasta la base de Herat, desde donde han viajado y viajarán hasta España. Hasta territorio nacional se han trasladado 4.285 toneladas de material, entre vehículos y contenedores, una carga valorada en 310 millones de euros.
Tras su paso por Qala i Naw, Morenés, viajó a Herat, donde compartió almuerzo con las tropas españolas allí desplegadas. El brindis inicial, como es costumbre, lo dedicó al monarca, algo algo que cobra especial importancia en estos momentos. Al alzar la copa, el ministro se acordó del «primer soldado de España» y comunicó a sus soldados que la operación del jefe del Estado ha salido bien.
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