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Los whatsapp de los agresores de Alsasua: «Nos han parado dos veces, los hijos de puta»

Los acusados de la agresión a dos agentes de la Guardia Civil en un bar de Alsasua borraron sus whatsapp para ocultar la paliza

Los detenidos salen de la Audiencia el 16 de noviembre. Delante, su abogada
Los detenidos salen de la Audiencia el 16 de noviembre. Delante, su abogadalarazon

Los acusados de la agresión a dos agentes de la Guardia Civil en un bar de Alsasua borraron sus whatshapp para ocultar la paliza

Algunos de los acusados de la agresión a dos agentes de la Guardia Civil en un bar de Alsasua el 15 de octubre de 2016 borraron datos y conversaciones de WhatsApp de sus teléfonos móviles o usaron aplicaciones de mensajería con «altos niveles de seguridad» como Snapchat, según un informe de la Guardia Civil al que ha tenido acceso este periódico.

El informe concluye que esta eliminación de datos se hizo de forma consciente y tuvo como objetivo «dificultar o incluso impedir la obtención de pruebas» que pudieran evidenciar «su participación en la agresión», según avanzó ayer Antena 3.

Los investigadores han analizado los terminales telefónicos y los dispositivos informáticos incautados tras la detención de diez presuntos agresores, en el periodo entre la fecha de la agresión en Alsasua y el día de los arrestos.

En el caso de uno de los acusados, el informe apunta que eliminó la actividad telefónica de su móvil el día de los hechos, salvo una conversación a través de Facebook Messenger con el alcalde de la localidad, Javier Olla, cerca de las siete de la mañana. En ella le pedía –«a pesar de lo intempestivo de la hora», apunta la Guardia Civil– que se personara en el local. «Aúpa tío. Me parece que tenías que hacer acto de presencia, tío. Te hemos llamado desde este mobil (sic). Se an (sic) sobrado los guardias y forales con la porra. Sin más», dice textualmente el mensaje. En este terminal se desinstaló y volvió a instalar la aplicación de WhatsApp y el acceso a internet.

En conversaciones posteriores, el acusado asegura que no quiere comentar lo sucedido ya que «la cosa está en Madrid» y se está poniendo «seria», en referencia a la investigación abierta por la Audiencia Nacional.

Varios de los presuntos agresores empleaban aplicaciones de intercambio de mensajes, como Snapchat, que borra automáticamente las conversaciones. Uno de ellos instaló una app para impedir recuperar datos.

Los acusados intercambiaban mensajes de odio hacia la Guardia Civil que incluían insultos y acusaciones de que intimidan con su presencia. «Tomar una consumición en un bar se interpreta como una provocación», dice el informe. En una de las conversaciones a través de un grupo de WhatsApp en el que participa otro de los detenidos, Iñaki Abad, se advierte de la presencia de agentes en un bar: «Nos han parado dos veces para intimidarnos, los hijos de puta».