Crisis en el Gobierno de Navarra

Otegi bendice el pacto con el PSOE para echar a Barcina

La «trampa» del PSOE: o echa ahora a Barcina o tendrá que agotar la legislatura. La Ley navarra impide que se convoquen elecciones con las europeas en marcha

La presidenta de Navarra, ayer en Pamplona
La presidenta de Navarra, ayer en Pamplonalarazon

La verdad de las prisas socialistas para asaltar el poder: la Ley les obliga a unirse ahora a Bildu o agotar la Legislatura. La Ley navarra impide que se convoquen elecciones con las europeas en marcha

En política casi todo se mueve detrás, ocultando alguna explicación de puro interés partidista. Y la hay detrás de la urgencia del plazo de quince días que ha dado el Partido Socialista de Navarra (PSN) para aclarar las supuestas injerencias en la Hacienda foral para conseguir beneficios particulares para determinadas empresas. Ahí está tanto la debilidad del Gobierno de Yolanda Barcina como la necesidad de explicaciones sobre la denuncia de la ex directora de la Hacienda Foral contra la vicepresidenta del Gobierno, Lourdes Goicoechea, por supuestamente solicitar información para favorecer a los clientes de su consultora privada. Dos hechos tan tangibles como los motivos ocultos de las prisas socialistas por desalojar a Unión del Pueblo Navarro (UPN) del poder. O lo hace ya, antes de que se convoquen las elecciones europeas el próximo 1 de abril, o tendrá que aguantarse con su estatus actual y agotar la legislatura. Lo que los aleja considerablemente de la posibilidad de hacerse con el Ejecutivo foral.

La Ley Orgánica de Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra establece en su artículo 30.3 que el presidente no podrá acordar la disolución del Parlamento «durante el primer periodo de sesiones, ni cuando reste menos de un año para la terminación de la legislatura, ni cuando se encuentre en tramitación una moción de censura, ni cuando se encuentre convocado un proceso electoral estatal, ni tampoco antes de que transcurra el plazo de un año desde la última disolución por este procedimiento».

La convocatoria de las elecciones europeas del próximo día 25 de mayo se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 1 de abril. O los socialistas navarros juegan in extremis todas sus cartas antes de esa fecha o tendrán que esperar hasta mayo de 2015, cuando, de agotarse el mandato, deberían convocarse los siguientes comicios forales.

Ahí está la explicación del órdago socialista. El resultado de la comisión de investigación lo decide siempre la mayoría, y en este caso la mayoría no la tiene el Gobierno foral sino la oposición. El PSN ya ha dicho que si la comisión de investigación le da la razón irá a la moción de censura, donde entra en juego el voto de Bildu. Haya o no haya foto del PSN con Bildu, todo parece llevar a un escenario de elecciones anticipadas en Navarra, coincidiendo con las europeas de mayo.

Barcina lleva tres años de una legislatura complicada y con muchos sobresaltos después de que accediera al poder el 23 de junio de 2011 con un acuerdo de coalición con el PSN-PSOE. Casi un año después, el entonces vicepresidente primero del Gobierno foral y secretario general del PSN, Roberto Jiménez, ya alertaba de un «agujero» no reconocido en las cuentas de Navarra y apenas unas horas después Barcina le destituía calificándole de «desleal», informa Efe. Ahí empezó la travesía del desierto de un Gobierno en minoría, no exento de polémicas y con el PSN siempre en pie de guerra. La posición del Gobierno de Navarra se resquebrajó un poco más cuando el 21 de octubre dimitió el consejero de Política Social, Jesús Pejenaute, implicado en un supuesto blanqueo de dinero. Barcina confiaba en ver reforzada su posición, al menos dentro de UPN, en el Congreso del partido convocado para el 17 de marzo de 2013, pero tampoco tuvo esta suerte, ya que el secretario general de UPN, Alberto Catalán, presentó su candidatura a la presidencia del partido. Esta división interna quedó reflejada en el ajustado resultado del Congreso, al que Barcina llegó muy debilitada por el escándalo de las dietas dobles y triples cobradas en Caja Navarra. Desde que la jueza admitió a trámite las denuncias de Kontuz y UPyD, la presidenta vivió un auténtico calvario, asediada en los frentes político y judicial, que tuvo su momento culminante el 18 de abril de 2013 cuando el Parlamento de Navarra debatía la primera moción de censura de su historia, presentada por Bildu y Aralar-NaBai. Barcina superó el escollo gracias a la abstención del PSN, justificada por Roberto Jiménez en el rechazo de los socialistas a una hipotética presidencia del candidato presentado por Bildu.

El archivo de la causa de las dietas de Caja Navarra por parte del Tribunal Supremo el 24 de julio de 2013 alivió en gran medida la complicada situación en la que se encontraba la presidenta, pero las reticencias de los socialistas a apoyar una moción de censura han terminado por venirse abajo cuando parece que tienen que jugárselo a todo o nada.