Pablo Iglesias propone «derecho a decidir sobre todas las cosas»

La primera visita a Barcelona del líder de Podemos, Pablo Iglesias, y su primer mitin como secretario general, se saldó con un éxito absoluto. Tal y como comentaron alguno de los presentes, «hay más gente fuera que dentro». Y dentro, Iglesias congregó a cerca de 3.000 personas. Consciente de que buena parte de la actualidad política española pasa por Cataluña, el secretario general de Podemos escogió Barcelona como punto de partida hacia las elecciones generales del próximo noviembre. Sin embargo, sobre la cuestión de la independencia de Cataluña, Iglesias pasó de puntillas. O, al menos, no se pronunció con la rotundidad que los soberanistas esperaban. «No quiero que Cataluña se vaya, pero sé que la casta española ha insultado a los catalanes», señaló.

Ni siquiera se pronunció sobre la posibilidad de convocar un referéndum con todas sus consecuencias y optó por una fórmula mucho más ambigua. «No somos unionistas ni independentistas, somos demócratas comprometidos con el derecho a decidir, pero no restringido a la cuestión territorial, sino sobre todas las cosas», señaló Iglesias.

La plaza escogida, el pabellón de la Vall d’Hebron, no era fácil. Al fin y al cabo, hasta hace bien poco, en las pasadas elecciones europeas, fue el lugar escogido por el PSC para organizar su acto principal de campaña, que contó con la presencia de destacados socialistas como Felipe González y el primer ministro francés Manuel Valls. Pese al despliegue, lo cierto es que hoy en día Iglesias tiene más tirón y lo tiene precisamente en el tradicional granero de votos socialista en Cataluña, el cinturón rojo de Barcelona. Es decir, la corona de municipios que rodean la capital catalana.

Consciente de este hecho, el propio Iglesias apeló a sus orígenes vallecanos para sintonizar con la abultada parte del público que procedía de municipios como Cornellà, l’Hospitalet o Esplugues.

Así, el secretario general de Podemos reiteró su compromiso con el derecho a decidir en Cataluña. «Por supuesto», insistió, pero con matices. La «respuesta» de Podemos ante los que piden que se defina es abrir «un proceso constituyente para discutir con todos de todo». «Eso sí, a mí no me veréis darme un abrazo ni con Rajoy ni con Mas», aseguró Iglesias, en una velada alusión al líder de las CUP, David Fernández, que en la consulta del 9-N fue fotografiado fundiéndose en un cariñoso abrazo con el presidente de la Generalitat.

De hecho, desde el Twitter de la CUP le contestaron, con cierta sorna, «un abrazo, Pablo, pero comprometerse con la celebración de un referéndum, ¿qué?», en relación a una carta que la semana pasada le envió esta formación para pedirle que se significara con la celebración de una consulta legal.

Iglesias confesó que se considera un «patriota», pero «no de esos que llevan una rojigualda, una “senyera” o algunos más modernos, la bandera europea en la pulsera», sino «de las cuentas bancarias». «Y los que se llevan el dinero a Suiza o Andorra tienen un nombre: traidores, se llamen Jordi Pujol o Rodrigo Rato. No tienen más patria que el dinero».

El secretario general de Podemos defendió que hablar de Cataluña «es hablar de recortes sanitarios récord» similares a los que se están aplicando en la Comunidad de Madrid, tras lo que lanzó una advertencia: «Mas y Aguirre, vuestro tiempo se ha terminado».

La respuesta de CiU

El coordinador general de CDC, Josep Rull, respondió instantes después del mitin y afirmó que si Podemos se presenta como regenerador de la democracia «no hay nada más democrático que reconocer que Cataluña es una nación y reconocer el derecho de los catalanes a poder decidir su futuro». Es decir, «si son coherentes deben apostar por un referéndum vinculante».

Tras el mitin, el líder de Podemos se reunió con diferentes colectivos sociales, como los trabajadores del hospital de Bellvitgem afectados por la crisis y los recortes, y hoy se reúne con la portavoz de la plataforma ciudadana Guanyem Barcelona, Ada Colau, con la que ofrecerá después una rueda de prensa.