Elecciones Generales 2016
Pánico en el PSOE ante las múltiples encuestas que auguran el «sorpasso»
Los socialistas asumen que Podemos les superará en votos, aunque esperan que no en escaños
Los socialistas asumen que Podemos les superará en votos, aunque esperan que no en escaños
El PSOE arranca la campaña electoral con la moral por los suelos. La inercia que marcó la encuesta elaborada por NC Report para LA RAZÓN el pasado 28 de mayo, en la que por primera vez se auguraba el «sorpasso» en votos y escaños, se ha reproducido como un efecto dominó en los sondeos publicados por los principales diarios de tirada nacional durante el pasado fin de semana. Las malas previsiones que les otorgan los estudios demoscópicos hicieron saltar las alarmas del partido, que se lanzó a encargar los suyos propios para rebatir los resultados que le son adversos. Sin embargo, la doble bomba que supone verse por debajo de 80 diputados –77, según «El Mundo»– y cediendo la hegemonía de izquierda a Unidos Podemos –en su diario de cabecera, «El País»– preocupa a dirigentes y cuadros medios en un momento en el que, por su trascendencia táctica, a las puertas de la campaña electoral, no cabe el pesimismo. Sobre todo si tenemos en cuenta que el PSOE fía toda su estrategia electoral a movilizar a su electorado. «No hay ninguna razón por la que alguien que votó al partido el 20-D no lo vuelva a hacer ahora», destacan desde el Comité de campaña del PSOE. No obstante, de algunos de esos estudios se deduce que, si hay que señalar un culpable, los españoles cargan la responsabilidad de los nuevos comicios sobre los hombros del único partido –junto a Ciudadanos– que trató de evitarlos. Y esa postura genera cierta insatisfacción en Ferraz, pues vacía de contenido uno de sus principales puntos fuertes para esta contienda: rentabilizar los esfuerzos que hizo su candidato, Pedro Sánchez, para formar gobierno. Esfuerzos tales como pasar por ser el primer candidato de la historia que fracasó en su intento de investidura.
La situación anímica que vive el PSOE es de «pánico», según fuentes consultadas por este diario, que también apuntan a que las inseguridades que generan las encuestas adversas estarían minando la confianza en Pedro Sánchez de ciertos sectores del partido. La versión oficial que traslada Ferraz es de escepticismo hacia unos sondeos que suelen errar en lo concreto y de los que «sólo hay que fijarse en la evolución de los partidos». Desde el Comité Electoral socialista se destaca que Unidos Podemos está «sobrevalorado» en sus resultados, como le ocurrió a Ciudadanos en diciembre, cuando peleaba por ser la primera fuerza y quedó cuarto. No afianza esta tesis la encuesta que publica hoy este periódico y que certifica la tendencia que marcó el mismo «tracking» hace seis días: el «sorpasso» sigue vigente en votos y en escaños, donde en un empate técnico, la formación de Iglesias despunta en un diputado.
Los socialistas han pasado en menos de un mes de cacarear victoriosos que no temían la coalición de Podemos e IU a asumir, sin pudor, que la nueva marca les superará en votos. No así en escaños, ese es el Rubicón que no están dispuestos a cruzar, al menos por ahora, a fin de no darse por vencidos antes de salir al terreno de juego de la campaña. En este escenario, en Ferraz se apela al orgullo y el estilo propio. «Debemos ser el PSOE y no otra cosa», esa es la arenga que se autoinfunden los socialistas con el objetivo de no perder sus señas de identidad y acabar fagocitados por Podemos. No obstante, desde Ferraz se han comenzado a lanzar algunos guiños para tejer complicidades con la formación morada de cara al escenario postelectoral, como las medidas de «rescate ciudadano» dirigidas a garantizar el agua y la luz a familias que incurran en impagos. No habrá que escatimar en esfuerzos, pues si Iglesias consigue más votos que Sánchez, desde el PSOE ya se asume que la «negociación será muy complicada», teniendo en cuenta el precedente de diciembre.
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