José Manuel García-Margallo
«Para que te den la ayuda tienes que caerle simpático al director del BCE»
«Artur Mas debe hacer ajustes o no habrá presupuesto». «Lamento que se haya llegado a la votación en la ONU para decidir sobre el estatus de Palestina»
Tras su intervención inicial, el ministro de Asuntos Exteriores respondió a las preguntas de tres periodistas: Gloria Lomana, directora de informativos de Antena 3; Javier González Ferrari, presidente de Onda Cero, y Francisco Marhuenda, director de LA RAZÓN.
-GLORIA LOMANA: ¿Cómo se ha percibido en Europa el resultado electoral en Cataluña y el bajonazo de CiU?
-GARCÍA-MARGALLO: Para hacer un juicio en términos aritméticos: cuando uno está en el Gobierno, que pase de 62 escaños y acabe en 50, no parece un éxito político. Podíamos habernos encontrado con un cáncer terminal, pero al final tenemos una neumonía. Es importante que los catalanes hayan entendido que los tratados de la UE no son un capricho que se pueda variar al gusto de unos y otros. Dudo que algún país europeo aceptase un territorio que tuviese una secesión unilateral. Los catalanes se quedarían fuera de Europa. Tendrían que ponerse en la sala de espera durante mucho tiempo, con aranceles, fuera del euro y fuera de todos los fondos estructurales. La opción que le queda a Artur Mas es o formar gobierno con PSC (que no parece), o elegir a ERC. Si CiU forma gobierno con ERC, lo primero que tendrán que hacer es un presupuesto con ajustes porque Montoro se encargará de vigilar los fondos que destina el Gobierno central. Los catalanes consideran que han sido perjudicados en infraestructuras, lengua, cultura y financiación. En infraestructuras pudo tener razón, pero con la apuesta de Rajoy por el corredor mediterráneo, ya no. En materia de lengua y cultura, el Ministerio está preparado las alianzas necesarias para que todas nuestras redes culturales desarrollen las lenguas y culturas que forman parte de España. En financiación, hay que cambiar el modelo para dar más espacio a las comunidades.
-G. L.: Con ocasión de las elecciones americanas, usted celebró la elección de Obama. ¿Su buena sintonía con el presidente de Estados Unidos nos va ayudar a ver al presidente en España?
-G-M.: Mi terminal era Hillary Clinton y se va a tomar dos años sabáticos antes de decidir si se presenta o no como candidata al partido demócrata. Estamos esperando si su sustituta es Susanne Rice o John Kerry. Soy demócrata cristiano y esta ideología tiene entre sus principios: un mercado ordenado, regulado y el principio de compensación social. Eso está más cerca del pensamiento demócrata. Con la caída de Lehman Brothers volvemos a pensar que el mercado debe estar sujeto a leyes y que hay que tener una preocupación especial por los que menos tienen. Por eso yo soy de Obama. Espero que el presidente Rajoy sea de los primeros líderes recibidos en la Casa Blanca o bien que Madrid sea una de las primeras ciudades que visite el presidente norteamericano.
-JAVIER GONZÁLEZ-FERRARI:
-¿Falta algún tipo de ilusión para que a ustedes les perdonen estar cambiando las cañerías y dando, de momento, en un año, poca agua?
-G-M: En Grecia eso es así y en España, también. Cuando cada mañana te encuentras que tienes un 25% de desempleados, cuando un 49% de los jóvenes españoles están en paro, la verdad es que la política da muy pocas satisfacciones. Presentamos un presupuesto con peores previsiones en términos de crecimiento y de destrucción de empleo de las que han resultado. El siguiente aspecto es que, para bien o para mal, aunque no lo entiendan en algunas nacionalidades de España, estamos integrados en una unión monetaria en la que las decisiones dependen muy poco de nosotros. Estamos pagando 200 puntos básicos por encima de lo que corresponde, si en vez de al cinco y pico por ciento nos estuviéramos financiando al 3% estaríamos con unas perspectivas de crecimiento muy superiores. Pero es lo que hay, una situación mala en parte heredada donde no tienes política bancaria, monetaria ni cambiaría y te exigen que ajustes las cuentas a una enorme velocidad. Estamos luchando en dos frentes, pero creo que el diagnóstico, las medidas y las terapias son los correctos y que se empieza a ver algún fruto en los términos de productividad. Soy por naturaleza optimista, creo que en 2014 comenzaremos a crecer y a crear empleo y habremos puesto las bases para un crecimiento sostenible.
-J. G.-F.: Me da la impresión de que en la última cumbre iberoamericana se ha pasado de los coros y danzas a un encuentro que puede dar frutos.
-G-M: Se había producido un cambio en la relación entre América Latina y España. También que España es un gran país que sirve de puente para orientar la política entre la UE y América Latina. Además, hemos huido de la palabrería hueca. Hemos hecho un planteamiento inteligente. Somos los segundos inversores en América Latina y tenemos una experiencia que puede ser aprovechada. He estado en la Cumbre UE-Asia, donde estaba representado el 60% de la población mundial y todos estos países entienden que una colaboración con España en América Latina puede ser muy satisfactoria. Hemos empezado a hablar de negocios. De cualquier forma, los coros y danzas sirven para hacer amigos.
-Francisco Marhuenda: Me ha sorprendido muy negativamente la posición de España respecto al conflicto palestino, ¿podría explicarlo?
-G-M: Si Mahmud Abas no hubiera tenido una victoria en la ONU, la Autoridad Palestina hubiera desaparecido y el control se hubiera entregado completamente a Hamas. Tengo la certeza de que Al Fatah es mejor interlocutor para Israel que Hamas. Lamento que se haya llegado a esta votación, pero no se ha avanzado en las negociaciones del cuarteto. La decisión puede perturbar la política en el mundo. No somos un Gobierno tan propalestino como el anterior, pero la política española no ha cambiado. Se pide a la AP que renuncie al ejercicio de llevar a Israel ante la Corte Penal Internacional, porque es incompatible el camino de la negociación con el litigio. Y he pedido a Israel que aproveche la ocasión para no asfixiar económicamente a la AP y que detenga la política de asentamientos en Cisjordania. Es una oportunidad para Obama y sería una buena opción que Bill Clinton fuera el mediador. Se abre una nueva oportunidad para la paz.
-F. M.: Durante meses se ha hablado de que el rescate llega, no llega. ¿Tenemos posibilidades de conseguirlo?
-G-M: No estamos hablando de un rescate en sentido clásico. Lo nuestro sería una ayuda financiera para seguir en el mercado que se traduciría en compra soberana del BCE. El problema es que estamos en una partida de póquer. Quien pierde primero es el BCE, por tanto es quien tiene que poner el dinero. Si esa ayuda nos bajara la prima 200 puntos, yo no tendría problema en pedir ayuda o el rescate. Primero hay que saber si te lo van a dar, los plazos de vencimiento, las garantías que se exigen... y, sobre todo, si le caes simpático al director/a del BCE. La peor operación sería pedirlo y que al final que no te lo dieran.
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