Pedro Sánchez
Sánchez se reunirá con Torra en julio y acercará a los presos
Considera «razonable» que sean trasladados a prisiones catalanas cuando se «sustancie» la instrucción y rompe la tradición al reunirse en París con Macron para abordar la inmigración antes de visitar Rabat
Considera «razonable» que sean trasladados a prisiones catalanas cuando se «sustancie» la instrucción y rompe la tradición al reunirse en París con Macron para abordar la inmigración antes de visitar Rabat.
Fin al retiro informativo. Pedro Sánchez concedió anoche su primera entrevista desde que asumiera las riendas del país, haciendo un guiño a la televisión pública. El presidente del Gobierno que apenas lleva quince días en el cargo, ha tenido que hacer frente durante este periodo a una crisis que se cobró al primer miembro de su Gabinete, el ya ex ministro de Cultura y Deporte Màxim Huerta, y que mantiene la sombra de la sospecha sobre el titular de Agricultura, Luis Planas, por su imputación por un delito medioambiental. En estas semanas, Sánchez ha intentado dar un giro radical a las políticas que había llevado a cabo hasta ahora el PP y ha enfocado sus primeros esfuerzos ejecutivos en el ámbito migratorio y de derechos. La decisión de acoger a los 629 migrantes del «Aquarius», la retirada de las concertinas que salpican las vallas de Ceuta y Melilla o la determinación de revertir el Real Decreto 16/2012 que dejó sin asistencia sanitaria integral a las personas en situación irregular han sido la primera batería de políticas a modo de carta de presentación. Una muestra de la hoja de ruta que pretende emprender el Ejecutivo, eso sí, con un horizonte limitado –hasta los dos años que restan de legislatura– que Sánchez pretende cumplir en su totalidad. «Aspiro a agotar la legislatura», anunció el presidente, al tiempo que puntualizaba que «normalizar» la situación política –a lo que se comprometió antes de convocar comicios– supone «gobernar con el Congreso y no contra el Congreso».
Ejerciendo de anfitrión en el Salón de Columnas de La Moncloa, Sánchez también desveló que durante esta semana fijará la agenda de reuniones con los presidentes autonómicos y que prevé reunirse con el de la Generalitat, Quim Torra, «a principios de julio». Antes, este mismo viernes, el jefe del Ejecutivo acompañará al Rey Felipe VI a la inauguración de los Juegos Mediterráneos, un acontecimiento en el que se producirá la «primera coincidencia física con Torra». Sánchez se comprometió a abrir «una nueva etapa» en la que recuperará, por ejemplo, la comisión bilateral entre Gobierno y Generalitat que había quedado relegada en los últimos meses. Dentro de este nuevo tiempo con Cataluña también se enmarca la decisión de acercar a los presos del «procés», una decisión que considera «razonable», una vez se sustancie el proceso de instrucción en el que están inmersos, para que estén «cerca de sus familias y sus letrados».
Aunque evitó pronunciarse de una forma tan taxativa respecto a los presos etarras, el presidente del Gobierno sí abrió la puerta a alumbrar una «política penitenciaria distinta» también en el País Vasco después de la desaparición de ETA. Sánchez se comprometió a normalizar y profundizar en las relaciones con el Gobierno vasco, aunque consideró que el Ejecutivo ni está en la autodeterminación ni la sociedad la demanda.
En materia migratoria, el jefe del Ejecutivo hizo otro de los anuncios de la noche. Iniciará una ronda de contactos bilaterales con sus colegas europeos para avanzar en las políticas que desde Europa se deben impulsar para atajar la crisis. Sánchez se reunirá este sábado con Emmanuel Macron en Francia y en el próximo Consejo Europeo clamará por que se alcance una política migratoria común, integradora y coordinada con los países de origen y tránsito.
A nivel nacional, Sánchez reconoció que no existe consenso para derogar la reforma laboral en su totalidad, pero sí los aspectos más lesivos de la misma y se comprometió a que «este Gobierno va a garantizar la sostenibilidad y la dignidad del sistema de pensiones». En la misma línea, el Ejecutivo «está mirando las cuentas» para cuadrar cómo puede eliminar el copago farmacéutico.
Aprovechando su presencia en la TVE, Sánchez anunció que respetará el acuerdo que ha alcanzado el Congreso para la renovación del Ente para que no quede al «albur» del gobierno de turno. Eso sí, el jefe del Ejecutivo advirtió de que si el Parlamento sigue demorando los plazos para aprobarlo, esta semana podría materializarse, será su Gabinete el que tome la iniciativa e inste al Congreso a renovarlo. «No miraré para otro lado».
Sobre los últimos escándalos que han rodeado su Ejecutivo en sus escasas semanas de vida, Sánchez reconocía que si hubiera sabido el delito fiscal del ex ministro de Cultura y Deporte Máxim Huerta «probablemente no le habría nombrado». Sin embargo, sí confesó conocer la condición de investigado del titular de Agricultura, Luis Planas, por lo que es un «delito administrativo y no de corrupción». El presidente consideró que «no hay caso», que las explicaciones que dio Planas son «suficientes» y confió en que se retire la imputación, ya que la Fiscalía no ha visto delito.
Por último y en referencia a la entrada de Iñaki Urdangarín en prisión, Sánchez consideró que esto viene a demostrar el «correcto funcionamiento» y la «normalidad» del Estado de Derecho, porque «la Justicia es igual para todos».
Tras su primer fogueo en TVE, Sánchez se enfrentará hoy y mañana a otras preguntas, las de la oposición. El presidente y sus ministros se estrenarán en sendas sesiones de control al Gobierno en el Senado y el Congreso, en las que tendrán que hacer frente a algunas de las cuestiones por las que se interpeló ayer al jefe del Ejecutivo. No será la única rendición de cuentas en el Parlamento, Sánchez también comparecerá el 27 de junio a petición propia en el pleno del Congreso antes del próximo Consejo Europeo.
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