Pujol afronta una querella por 7 delitos que señala a Ferrusola como cómplice

Manos Limpias pedirá mañana a la jueza que cite a declarar al matrimonio y a cuatro de sus hijos. El sindicato reclama que comparezcan cuatro empresarios que pagaron comisiones al clan.

El ex presidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol afrontará en las próximas horas una querella por delitos de cohecho, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, delito fiscal, falsedad documental, blanqueo de capitales y prevaricación en relación con su fortuna oculta en el extranjero. El sindicato Manos Limpias cumplimentará mañana la denuncia en el Juzgado número 31 de Barcelona, que investiga el «caso Pujol», tras depositar ayer mismo la fianza de 6.000 euros que la magistrada que instruye el procedimiento, Concepción Cantón, exigió al colectivo de funcionarios para que pudiera personarse en las diligencias en calidad de acusación popular, como pretende.

La querella –a la que ha tenido acceso LA RAZÓN– señala a la esposa de Pujol, Marta Ferrusola, como «cómplice, encubridora y cooperadora necesaria» de los posibles delitos en los que supuestamente habría incurrido su marido. El colectivo querellante pide a la magistrada que cite a declarar a ambos y, al mismo tiempo, que comparezcan como testigos cuatro de los siete hijos del matrimonio: el primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, imputado por delito fiscal y blanqueo por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz; Oriol, ex secretario general de CiU y ex portavoz de la coalición nacionalista en el Parlament e imputado por tráfico de influencias en el «caso ITV»; Oleguer, también investigado por blanqueo, y Marta.

Manos Limpias pretende, además, que se cite a declarar también a la ex novia de Pujol Jr., María Victoria Álvarez, quien con sus denuncias de blanqueo contra su ex pareja ha puesto contra las cuerdas a la que fue la familia más poderosa de Cataluña durante más de dos décadas. Igualmente, pedirá a la magistrada que, como adelantó este periódico el pasado 9 de agosto, comparezcan en el juzgado cuatro empresarios (Carlos Sumarroca, José Antonio Salguero, Ignacio Sánchez y Miguel Ángel Parejo) que, presumiblemente, tuvieron que pagar comisiones del 3 al 4 por ciento por adjudicaciones de obras públicas a sus sociedades por parte de la Generalitat de Cataluña durante los años en los que Pujol fue presidente del Ejecutivo catalán.

Entre otras diligencias, el colectivo pide a la jueza que solicite a la UDEF un informe sobre las sociedades mercantiles en las que hayan tenido participaciones Pujol y Ferrusola y que reclame al Registro de la Propiedad una relación de los inmuebles de los que sean titulares ambos.

Manos Limpias –a quien la propia jueza instó a transformar en querella su denuncia inicial una vez decidió abrir diligencias sobre este asunto– asegura que el «entramado societario del clan Pujol-Ferrusola» llegó a superar las 80 sociedades, cuya relación se adjunta a la denuncia. Para el colectivo que preside Miguel Bernad la decisión de Pujol de confesar sorpresivamente, el pasado 25 de julio, que ocultaba dinero en el extranjero fruto, dijo, de la herencia de su padre persigue –dada su avanzada edad– «que la responsabilidad tanto social como política, administrativa y punitiva recaiga sólo en él». Con ese paso pretende, dice Manos Limpias, «dejar fuera de posibles condenas a los hijos, quienes por su edad y la gravedad» de los delitos imputados «sí podrían entrar en prisión».

«Cerco policial y judicial»

Según consta en la denuncia, el ex president no hubiera dado jamás ese paso al frente, confesando por carta lo que había negado reiteradamente con anterioridad (tener cuentas bancarias en el extranjero), si no fuera «porque el cerco policial y judicial era inminente contra él».

«Durante los 23 años del mandato» de Jordi Pujol (desde 1980 a 2003) –dice el colectivo querellante– «la Administración catalana estuvo al servicio de la familia Pujol-Ferrusola». Y es que considera acreditados «los negocios del Gobierno autonómico catalán con la familia directa de Jordi Pujol». Recuerda, por ejemplo, que la empresa de jardinería Hidroplant, fundada por Marta Ferrusola, «se benefició de diversos contratos de empresas adjudicatarias de la Generalitat», lo mismo que la consultoría ambiental Entorn, de la familia Pujol, o diversas sociedades de tres de los hijos del matrimonio: Jordi, Oriol y Oleguer. Por último, apunta que «el despacho de arquitectura de una de las hijas, Marta, también trabajó para la Generalitat».

La UDEF, recuerda el sindicato en la querella, ya alertó en noviembre de 2012 de que, en una sola cuenta en Ginebra (Suiza), el clan Pujol acumulaba 137 millones de euros. En ese informe, añade, se detallaba cómo CiU se quedaba supuestamente con el 4 por ciento de cada obra o servicio concedido por la Generalitat a empresas privadas. «De ese peaje, el 2,5% se empleaba para financiar a CDC y el otro 1,5% acababa en los bolsillos de sus dirigentes (familia Pujol)».

Y es que para el sindicato –que también recuerda la denuncia que hizo en el Parlament en 2005 el entonces president, Pasqual Maragall, sobre el 3% de comisiones de CiU– «existe una presunción más que razonable» de que a «esa primera salida de dinero» correspondiente al padre de Pujol se fueron acumulando con el tiempo «otras ingentes cantidades de dinero provenientes de ingresos ilícitos». A saber: según la UDEF, provenientes del supuesto cobro sistemático de comisiones ilegales por adjudicaciones de obras y servicios del Ejecutivo autonómico.

Manos Limpias defiende, por último, la competencia de los juzgados de Barcelona para investigar la denuncia, por ser el lugar donde reside el querellado y el «motor del iter criminis».

Comisiones de hasta el 20% según la ex novia

María Victoria Álvarez, ex novia de Jordi Pujol Ferrusola, está convencida de que aparecerán más comisiones «seguro», así como nuevas empresas en la trama que rodea a la familia del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, informa Ep. En cuanto a las comisiones, recordó que un empresario se refirió a éstas como «lo del 20 por ciento», en lugar del 3% al que se ha hecho referencia como «mordida» por las adjudicaciones públicas. La ex novia de Pujol Jr. contó que los viajes a Andorra eran «constantes, dos o tres veces por semana», y señaló que en una ocasión, en 1988, Marta Ferrusola portaba «doscientos y pico millones de pesetas» cuando un agente de la Guardia Civil la paró en la frontera de Andorra. «Se está buscando ese parte, incluso». Álvarez recalcó que, antes de desplazarse a Andorra, su entonces pareja hacía llamadas «muy nervioso, imagino que para organizar la ida y la llegada tranquila».