Audiencia Nacional

«Que se celebre el juicio cuanto antes mejor»

Pamiés calla y Ballesteros confía en la absolución si impera un criterio jurídico

Enrique Pamiés está acusado de colaboración con ETA por el chivatazo
Enrique Pamiés está acusado de colaboración con ETA por el chivatazolarazon

Los dos mandos policiales acusados de colaboración con ETA por el chivatazo que alertó a la banda terrorista, en mayo de 2006, de una operación contra su red de extorsión en plena tregua de ETA ya sólo esperan que se celebre el juicio cuanto antes. Enrique Pamiés, ex jefe superior de Policía delPaís Vasco, y José María Ballesteros, ex inspector de la Brigada de Información de Álava, conocieron el pasado viernes la decisión de la Fiscalía de la Audiencia Nacional de acusarles finalmente de revelación de secretos y, también –por orden expresa del fiscal general delEstado, Eduardo Torres-Dulce–, de colaboración con organización terrorista. Una solicitud de condena que, a falta de lo que digan al respecto las acusaciones populares (Dignidad yJusticia y AVT), los enfrenta a una pena máxima de cinco años de prisión.

Pamiés, en la actualidad jefe superior de Policíade Huesca, prefiere guardar silencio. «No voy a hacer declaraciones», asegura a LARAZÓN. «Estoy a la espera de que se celebre el juicio», se limita a añadir el mando policial que, según el fiscal, alertó por teléfono a Joseba Elosua, dueño del bar Faisán (Irún), del despliegue del operativo policial el 4 de mayo de 2006.Durante los siete años de investigación, Pamiés ha optado por no hacer declaraciones, limitándose a dar su versión de los hechos sólo en sus comparecencias ante el juez.

«Antes del verano, mejor»

En esa misma línea, fuentes próximas al inspector jefe Ballesteros (destinado ahora en la comisaría provincial de LaRioja, en Logroño) apuntan que el procesado sólo espera «que el juicio llegue cuanto antes, y si es antes del verano, mejor». «Él está muy tranquilo y no tiene dudas de que, si se dicta una sentencia con criterios jurídicos, saldrá absuelto», añaden esas mismas fuentes. Su único pesar, insisten, «es el daño que este asunto está haciendo a su mujer y a sus dos hijos».

Y es que, tras conocer las acusaciones de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, las defensas de Pamiés, María Ponte, y de Ballesteros,José LuisVegas, de-nunciaron los «criterios políticos» que, en su opinión, están evidenciándose en este caso. Ayer,Vegas insistía en que «lo que ha ocurrido nos da la razón de que se trata de un juicio absolutamente político».Para él, la orden del fiscal general es un hecho«gravísimo e inédito» e hizo hincapié en que, con estos mismos indicios, «la Fiscalía pidió primero el sobreseimiento; luego acusó sólo de revelación de secretos y, ahora, también de colaboración conETA, lo que me resulta paradójico».Y eso que admite que se esperaba esa acusación e incluso«una petición de pena mayor, superior a diez años», pero «no de esta manera».

Fuentes de la Audiencia Nacional mostraban ayer sus sorpresa por que se acuse de colaborar con ETA «a un policía que, comoPamiés, ha desarticulado 50 "comandos"y detenido a 500 terroristas». «Si en ocasiones ni siquiera se condena por el delito de colaboración conETA a un empresario que paga dinero a los terroristas, al mediador en un secuestro o a quien da cobijo en su domicilio a miembros de la banda...», resaltan .

Un caso sin responsables políticos

Por encima de Pamiés, nadie. Hasta el último momento, el ex director de la Policía Víctor García Hidalgo estuvo imputado en la causa pero, finalmente, no fue procesado. Las diez llamadas telefónicas entre García Hidalgo y Antonio Camacho, entonces número dos de Rubalcaba en el Ministerio del Interior, no fueron suficientes para que el ex secretario de Estado de Seguridad declarase como testigo. Las responsabilidades políticas, si las hubo, no sentarán a nadie en el banquillo de los acusados. La «X» del «caso Faisán» está, todavía, sin despejar.