Política
Rafael Hernando: «Si el TC estima el recurso, reformaremos la Ley del Aborto»
Rafael Hernando / Portavoz del PP en el Congreso. «La idea del PSC sobre la nación catalana dificulta un frente constitucionalista». Cree que «si Artur Mas no consigue 68 escaños debería irse ya a su casa» después de dos adelantos electorales
Entrevista a Rafael Hernnado, portavoz del PP en el Congreso. Cree que «si Artur Mas no consigue 68 escaños debería irse ya a su casa» después de dos adelantos electorales
Después de un agosto de actividad parlamentaria frenética en el que el Congreso no ha cerrado por vacaciones, Rafael Hernando apura sus últimos meses en una portavocía a la que llegó «por accidente». En el horizonte, la tramitación de los Presupuestos «más sociales de la democracia», después las Cámaras se disolverán y su partido volverá a someterse a las urnas antes de Navidad.
–¿Les ha quedado alguna iniciativa legislativa en el tintero?
–La reforma electoral local es una de ellas, la hemos dejado planteada y pretendemos recuperarla en la próxima legislatura. También estamos dispuestos, si hubiera el suficiente consenso, a promover una reforma de la Constitución.
–Viendo los pactos anti-PP después del 24-M, ¿no se arrepienten de no haber aprobado antes esa reforma electoral para que gobierne la lista más votada?
–Hemos querido ser leales con el PSOE, pero no hemos encontrado reciprocidad. Los pactos anti-PP son una forma pueril y burda por parte de Sánchez de disimular lo que ha sido un fracaso electoral y un engaño a los ciudadanos, porque dijo que no pactaría con los populismos para luego entregarles las principales ciudades de España. Esperemos que la próxima legislatura, el PSOE nos diga si está de acuerdo con que en las ciudades gobiernen los partidos que ganan las elecciones, como debe ser también en el conjunto del Estado.
–El nuevo escenario político hace ineludible la formación de alianzas, ¿es Ciudadanos la mejor alternativa para el PP?
–Nuestro objetivo es tener una mayoría suficiente, aunque no sea absoluta. Buscaremos pactos claros, precisos y estables.
–Por la izquierda, parece que PSOE y Podemos ya acercan posturas. ¿Cómo lo ve?
–Cada vez que Podemos y el PSOE hablan de que van a gobernar juntos, a la gente se le tienen que poner los pelos como escarpias, porque implica volver a lo peor del pasado. Fueron precisamente los acuerdos entre la izquierda y Zapatero en la primera legislatura los que trajeron los desastres de la segunda.
–En cualquier caso será necesario alcanzar consensos en materias como la reforma Constitucional ¿qué propone el PP?
–Más que una reforma hay que hacer una actualización. Hay que eliminar la discriminación por sexo en la sucesión a la corona o definir más claramente el modelo territorial en lo que a las competencias exclusivas del Estado y de las comunidades se refiere. Esto es en lo que tenemos que avanzar, pero bajo un espíritu y unas reglas claras: saber dónde vamos, lo que queremos y que una reforma tiene que contar con el mismo apoyo con el que se creó esa Constitución, si no, no haríamos un buen servicio a los ciudadanos.
–¿Cómo ve la idea del PSOE de dar un trato especial a Cataluña?
–El PSOE tiene que aclararse internamente, porque no puede consentir que en el PSC se hable de Cataluña como nación. Nuestra Constitución define que la única nación es España y esto no puede alterarse por estas frivolidades.
–Es en Cataluña donde se juega el primer partido de cara a las generales ¿qué ofrece el PP?
–Ofrecemos estabilidad, lo que supone una Cataluña y un Gobierno que crea en que juntos estamos mejor y en la necesidad de que se respeten los derechos de los catalanes a ser españoles y europeos, algo que algunos quieren mutilar y destruir.
–¿Todo esto lo aglutina Xabier García Albiol?
–Es un candidato con experiencia de gobierno. Es un líder singular que cuenta con un importante respaldo en su municipio y en el resto de Cataluña. Es una persona clara, que da garantías y que, sin duda, ejerce un liderazgo sobre el PP muy importante.
–¿Qué ocurrirá si la lista única de Artur Más no consigue los 68 diputados que ansía?
–Si no consigue el resultado, debería irse ya a su casa. Ha disuelto el parlamento catalán en dos ocasiones creyendo que lo que él ofrecía le iba a dar ventajas electorales. La primera aprovechó una Diada multitudinaria en una situación de crisis, para vender aquello de «España nos roba» y le salió mal. Tenía 64 escaños y se quedaron en 50. Y ahora, no le ha dolido en prendas aliarse con ERC, el principal partido de la oposición y en una lista encabezada por un comunista, lo cual es delirante. Mas dice que es muy astuto pero no sé si los catalanes comprenden semejante astucia, a mí me parece estulticia. Esto de hacer todo lo posible por quedar cada vez peor no tiene sentido. No creo que vaya a obtener un mejor resultado del que obtuvo CiU, van a sacar menos escaños de los que tienen ahora entre los dos.
–¿Debe el PP unirse con los partidos «constitucionalistas» para frenar el avance del secesionismo tras las catalanas?
–Con los actuales planteamientos del PSC sobre la nación catalana es difícil avanzar en esta postura, que en otros momentos históricos sí que se ha dado entre PP y PSOE para frenar a los nacionalismos en el País Vasco.
–La reforma de la Ley del Aborto ha sido uno de los temas más controvertidos de la legislatura, sin embargo Catalán declaró que el PP no descarta volver a plantear otra reforma ¿fue insuficiente la aprobada?
–Hemos dado cumplimiento al programa electoral en lo referente a las menores e intentamos, con nuestro recurso que el Tribunal Constitucional determine cuál es el camino a marcar. Si nos da la razón, eso conduciría a una nueva reforma de la ley, si tenemos una mayoría suficiente.
–Las encuestas reflejan un fortalecimiento del bipartidismo, ¿cree que la burbuja de Podemos y Ciudadanos perderá aire de cara a las generales?
–Aquéllos que prometieron el paraíso han demostrado ser absolutamente incompetentes para el ejercicio de sus funciones en las instituciones. No tienen ni idea de cómo funciona un ayuntamiento y vienen a imponer sus viejos paradigmas ideológicos, planteando debates en torno a si tiene que haber toros, si hay que cambiar los nombres de las calles y pidiendo excusas porque esto es mucho más difícil de lo que ellos pensaban.
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