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Rajoy concentra en el partido los cambios más significativos
Ayer todavía no había concluido el trámite de informar a los afectados.
La intervención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante el comité ejecutivo nacional del PP, en la que informará de los cambios en el partido, será abierta a los medios de comunicación.
El PP ha confirmado este formato para el discurso de Rajoy en la reunión de su dirección nacional, que comenzará a las 17.00 en la sede del partido.
La decisión de que la intervención de Rajoy pueda seguirse por los medios de comunicación desde la sala de prensa del PP se ha tomado después de que así lo solicitaran esta mañana los periodistas.
Fuentes del PP han indicado que tanto el partido como la Secretaría de Estado de Comunicación han mostrado su acuerdo con la petición de la prensa.
Rajoy ya avanzó el pasado lunes que sería en esta cita donde desvelaría los cambios en el partido, aunque sigue pendiente de saberse el momento en que comunicará las modificaciones que piensa llevar a cabo en el Gobierno y que, según fuentes del Ejecutivo, serán "muy limitadas".
Y es que hoy vence definitivamente el plazo de una crisis de Gobierno que se ha saltado todos los patrones que las rigen. Esta tarde se conocerán las novedades en la dirección del PP en el Comité Ejecutivo convocado en Génova. El primero de esos patrones pulverizados es el que reza que «las crisis no se anuncian, se hacen». El resultado de las elecciones autonómicas y municipales del 24-M movió de tal manera los cimientos del PP que Rajoy ha tenido que ir adaptándose a las circunstancias. Manejó mal la primera rueda de prensa tras los comicios, después de presidir la reunión del Comité Ejecutivo, y a partir de ahí el presidente ha visto cómo su estrategia era superada por las expectativas sobre el alcance de los cambios.
En aquella primera comparecencia Rajoy sostuvo que no pensaba hacer cambios en el Gobierno ni en el partido, pero que sí abría un periodo de reflexión para valorar los resultados. Luego confirmó los cambios; y luego, rebajó las expectativas. Una evolución marcada por las consultas realizadas dentro de su partido y por el clima de opinión.
Rajoy ha hablado con casi todos los principales referentes del PP, con ministros y barones; ha pedido informes; y ha pedido también nombres para el partido. Y ha dado a entender a los consultados que su conclusión era que su Gobierno es bueno, pero falla en la comunicación. Y que el problema lo tiene en el partido.
Los movimientos que ha ido haciendo han servido para asentar la idea de que los cambios serán más significativos en el partido que en el Gobierno. Y que en este último todo girará básicamente alrededor de la salida de José Ignacio Wert de la cartera de Educación para asumir el puesto de embajador de España en la OCDE, un «retiro» dorado después de la etapa en el Gobierno del PP y que internamente es cuestionado. En las últimas horas también se ha ido asentando la idea de que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, mantendrá sus funciones intactas y continuará actuando como portavoz.
Durante todo este proceso, en la espera se ha «quemado» la figura de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, discutida por los dirigentes territoriales. Y la gestión también ha tenido otros daños colaterales como que por primera vez en la Legislatura se haya visto afectada la vicepresidenta, la mejor valorada en las encuestas. Mientras que por debajo, de manera soterrada, han crecido las luchas políticas y personales y los movimientos para influir en la decisión del presidente. En estas batallas se han implicado algunos de los ministros y la impresión que queda es que algunos de ellos no han estado pensando sólo en esta crisis de Gobierno, sino que miran más allá de las elecciones generales. Por cierto, aunque el foco se haya puesto en otros perfiles, internamente también está abierto el debate sobre el funcionamiento de la Secretaría de Estado de Comunicación. Teniendo en cuenta que hay bastante coincidencia en el Gobierno y en el partido a la hora de señalar que ha fallado la estrategia en este terreno. Rajoy terminará esta mañana de atar los cabos de la revisión de su equipo –dentro del trámite de informar a los afectados– para presentarse con ella en la Ejecutiva que presidirá esta tarde en Génova. Todas las miradas están puestas en el ministro Alfonso Alonso, quien a la espera de que Rajoy oficialice su decisión ha ido perfilándose, por las filtraciones y los comentarios internos, como un refuerzo del partido y también de la política de comunicación. También como una solución para arreglar otras disfunciones de la formación.
Otra incógnita es el futuro de María Dolores de Cospedal en la Secretaría General. Ella le trasladó al presidente que quería continuar en el cargo. En el PP señalan que la única alternativa sería que se la compensase con una cartera en el Gobierno. Pero la mayoría se inclina por que mantendrá su puesto. Se esperan cambios en las vicesecretarías, entre ellos la posible salida de Esteban González Pons. Y un ascenso de Pablo Casado, el portavoz de la campaña de las elecciones autonómicas y municipales.
La reunión de Cospedal con la líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, ha alentado las expectativas sobre un cambio en la organización regional.
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