Accidente aéreo
Los buzos recuperan los cuerpos de dos de los militares
Desde que despertaron los primeros rayos de sol en la mañana de ayer, 20 buzos se adentraron en aguas del Atlántico para encontrar los tres cuerpos de los tres militares fallecidos. Alrededor de 10 horas de trabajo amenazado por los tiburones de la zona que sirvió para que, sobre las 20:00 horas de la tarde de ayer, el Ministerio de Defensa informara de que los esfuerzos de los buceadores de la Armada habían conseguido subir hasta el buque de acción marítima «Rayo» dos de los cuerpos. El Ministerio no informó, por motivos evidentes de cara a las familias, de los nombres de los recuperados. Tal y como anunció el jueves a las 20:00 horas (horario canario) el ministro de Defensa, Pedro Morenés, el capitán José Morales Rodríguez, el teniente Saúl López Quesada y el sargento Jhonander Ojeda fueron encontrados sin vida dentro de la cabina del helicóptero SuperPuma del 802 Escuadrón del Servicio de Búsqueda y Rescate, noticia que se esperaba –aunque con la esperanza de otro contenido– desde que sufrieran el accidente el pasado jueves.
Morenés, que permanece en la base aérea de Gando, informó a las familias de las tareas realizados: los buzos trabajaron hasta que la falta de luz natural en la superficie impidió que continuaran con sus labores. A primera hora de la mañana de hoy, la misión de estos buceadores continuará contra reloj, ya que está previsto que las condiciones meteorológicas en la zona –a 74 kilómetros del Sáhara Occidental y más de 500 de Gran Canarias– empeoren a partir del mediodía de hoy y la situación de la mar implique que se interrumpa la labor durante varios días. Tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como Felipe VI desde la base de Zaragoza ,donde se encontraba realizando unas maniobras, han transmitido el pésame a las familias. El Ministerio de Defensa focalizó la recuperación de los cuerpos bajo la premisa de hacer lo propio con los cadáveres sin que el personal del operativo estuviese sometido a riesgos. Por este motivo se colocaron tiradores de precisión en una lancha para protegerlos de los ataques de los tiburones.
El trabajo se ha dividido en dos turnos para descender los 40 metros de profundidad. Una vez se pueda recuperar el tercer cuerpo en la mañana de hoy, se procederá a buscar la manera de izar el aparato «en las mejores condiciones posibles», informan desde el ministerio. Terminada la operación militar se pondrá fin a esta tragedia que durante una semana ha dado lugar a las más diversas hipótesis, desde que estaban incomunicados hasta secuestrados.
Los militares despegaron el pasado jueves desde Dakar (Senegal) hasta la base canaria de Gando. El Super Puma hizo una parada para repostar en la ciudad mauritana de Nuadibú, y después de apenas una hora de trayecto la baliza comenzó a transmitir señales de alerta: se había perdido el contacto. Los medios aéreos de España y Marruecos se desplazaron a unas 40 millas náuticas al suroeste de Dakhla y a 280 de Gran Canaria, como indicaba la señal. La Gendarmería marroquí informó de que los militares habían sido rescatados por una embarcación, comunicado que se mandó a la Guardia Civil, «despiste» que desde Defensa aseguran no condicionó la intensidad de la búsqueda, sino que se siguió la búsqueda por tierra, mar, aire y agua, hasta que el miércoles se encontró con la cabina del helicóptero, pero las malas condiciones meteorológicas impidieron que pudiera ser sacada del agua, por lo que no fue hasta el jueves cuando los buzos llegaron a la cabina y confirmar que los cadáveres se encontraban dentro de ella. Cuando se complete el trabajo, Defensa informará de la fecha del funeral.
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