Crisis del PSOE

«Rubalcaba actuó como los malos puntilleros y el toro se levantó»

Críticas en las filas socialistas tras la pobre actuación del líder del PSOE en el Debate del Estado de la Nación

La dirigente socialista conversa con el ex presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, durante el pleno de ayer
La dirigente socialista conversa con el ex presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, durante el pleno de ayerlarazon

Desolación, desazón, desmoralización, perplejidad, son calificativos que se respiran en las filas socialistas después del Debate sobre el estado de la Nación. Mariano Rajoy llegaba asfixiado a la gran piedra de toque de la política española inmerso en una profunda crisis social agravada por sus duras medidas económicas que no figuraban en su programa electoral; acosado por los escándalos de corrupción que le salpicaban en primera persona; y bajo la sensación generalizada que las cosas todavía pueden ir a peor. Los prolegómenos no le auguraban nada bueno a pesar de su mayoría absoluta. Rubalcaba, el secretario general del PSOE, tenía el viento a favor para noquear a su rival político. A tenor del aire que se respira en el partido socialista, no lo ha conseguido.

En palabras de un diputado «será difícil –o imposible– imaginar un momento más delicado para Rajoy», para añadir con pesar: «Se ha desaprovechado una oportunidad». Otros no tienen tantos miramientos para calificar la actuación de su líder: «Rajoy entró muerto y Rubalcaba le dio oxígeno. Rajoy salió vivo y ahora el que huele a muerto es Rubalcaba. Quizás es un análisis que tiene un punto cadavérico, pero es la realidad». En estas horas, muchos dirigentes socialistas recuerdan que así no se puede seguir, «basta con mirar las encuestas. Todas reflejan un descalabro del PP por sus políticas y sus escándalos. Pero no levantamos cabeza porque Rubalcaba tiene peor valoración que Rajoy».

En Ferraz se esfuerzan en loar la actuación del líder socialista y poner en valor su choque con Rajoy. Sin embargo, esto se parece más a un espejismo. Unos recurren a la ironía: «Rubalcaba propuso cambiar el nombre del partido por el de Partido de los Socialistas Europeos-PSOE. Después del debate creo que es más fácil cambiarlo a él». Otros buscan sus críticas en un símil taurino: «Actuó como esos malos puntilleros que cuando pinchan levantan al toro». Los más evidencian su malestar en la mirada. Un diputado socialista se pregunta «cómo se puede pedir la dimisión de Rajoy con la boca chica y al tiempo ofrecer y aceptar acuerdos».

Dirigentes socialistas apuntan que «parte del error fue entrar al trapo en el espacio que marcó Rajoy en su discurso. Con esta estrategia no lograremos volver a congraciarnos con nuestros electores». Estos dirigentes consideran que «el discurso de Rajoy dibujaba una España idílica. El de Rubalcaba, que iba todo mal. Le faltaba una segunda parte que hiciera que el PSOE levantara la bandera de la regeneración política, social y económica». En esta línea se manifiesta el primer secretario de los socialistas catalanes, Pere Navarro, cuando afirma que «los socialistas necesitamos propuestas nuevas, remover conciencias y promover debates». El líder del PSC, que ayer pedía la abdicación del Rey, añadía que «pedir estabilidad en la Jefatura del Estado es un paso en esta regeneración que debe llevar de la mano una reforma constitucional que afronte el problema territorial y una apertura de la política acercándola a los ciudadanos y haciendo de la transparencia la bandera del cambio». El líder socialista catalán reflexionaba sobre sus palabras. «Reconozco que quizás el momento no era el adecuado porque coincidió con el debate en el Congreso. Pero punto. Los socialistas tenemos que liderar debates que están en la calle, que interesan a la gente. Y la Corona es uno de ellos. Ahora muchos se declaran republicanos. Hasta ahora estaban en silencio. Desde nuestro republicanismo, hasta ahora nadie ha sido tan claro como los socialistas catalanes», y añadía con dureza: «Lo único que está claro es que plantear este debate no es inoportuno» como dijo el PSOE en un comunicado.

La sensación generalizada en el seno del PSOE es que algo hay que hacer para superar esta situación de «inanición», como decía un dirigente socialista. Las miradas se dirigen a Carme Chacón que, de momento, mantiene prudencia y silencio. Más de uno y más de dos le piden que mueva pieza. Ella dijo que quería dominar sus tiempos aunque algunos piensan que esos tiempos se acaban. Sólo falta que se sepa qué hacer porque «Rajoy se ha ido del debate de rositas. Esto no nos lo podemos permitir».