Sánchez exhibe con "orgullo"el gobierno que le dio Bildu

Pedro Sánchez ha visitado hoy Navarra en el primer día de campaña electoral del PSOE. El líder socialista ha reservado el acto noble de la jornada, en la que ha visitado también Vitoria y La Rioja, porque los socialistas se juegan el retroceso en esta región. El pasado 28 de abril, el PSOE consiguió dos escaños por Navarra -igual que Navarra Suma, aunque ésta les superó en votos- y para el 10-N parece que uno de ellos estaría en cuestión. Al menos así lo recoge el último barómetro del CIS, que ubicó la Comunidad Foral como el único bastión que se le resistiría a Sánchez.

La realidad navarra ha estado últimamente íntimamente ligada al líder socialista, ya que su investidura y la de María Chivite, actual presidenta, avanzaron por momentos de la mano, cuando Navarra Suma ofreció prestar sus dos diputados en el Congreso para hacer presidente al primero, si el PSN abandonaba sus aspiraciones de liderar la región. Los socialistas navarros lo rechazaron y su alternativa de izquierdas quedó en manos de los diputados de EH Bildu. Este vínculo de necesidad ha servido para que la oposición desgaste a Sánchez, azuzando la ficción de un pacto oculto con los herederos de Batasuna, que ahora le pasaría factura en las urnas, porque precisamente el diputado que los socialistas corren el riesgo de perder, pasaría a engrosar las listas de los abertzales, que conseguirían un acta en el Congreso. Sin embargo, el candidato socialista ha respaldado hoy abiertamente a Chivite y ha dicho sentirse “orgulloso de tu gobierno y de ti”.