Política

Terrorismo

Sánchez homenajea a las víctimas y a la colaboración francesa en Moncloa, sin el PP

No cursaron invitación a ningún ex ministro del Interior del gobierno del PP. Ni Jaime Mayor Oreja, ni Jorge Fernández Díaz ni Juan Ignacio Zoido fueron invitados al acto

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante el acto sobre cooperación en la lucha antiterrorista entre España y Francia en el complejo de Moncloa de Madrid. EFE/ Mariscal
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante el acto sobre cooperación en la lucha antiterrorista entre España y Francia en el complejo de Moncloa de Madrid. EFE/ Mariscallarazon

La Moncloa, en un acto sobrio y solemne rindió homenajea a las víctimas del terrorismo y a la colaboración hispano francesa por su lucha contra el terrorismo de ETA. Con ello, y en palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se trataba de “dar visibilidad a la victoria”. Al acto institucional, por Francia estuvo presente el primer ministro francés, Édouard Philippe.

Según explicaron desde el Ejecutivo, se había cursado la invitación correspondiente por escrito y telefónica a los ex presidentes José María Aznar y Mariano Rajoy, así como a la presidenta del Congreso, Ana Pastor; al del Senado, Pío García-Escudero; y al presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido. Sin embargo los ex presidentes del Gobierno Mariano Rajoy que, según explicó a Efe fuentes cercanas fue invitado y excusó su asistencia al estar trabajando en Santa Pola (Alicante) en el registro de la propiedad. Tampoco estuvo el ex presidente José María Aznar que también recibió invitación, pero no acudió por “problemas de agenda” aunque, envió una carta al embajador de Francia en España Ives Saint-Georus, en la que destaca la importancia esencial de la colaboración franco-española en la lucha antiterrorista, ejemplo de trabajo conjunto y de solidaridad. Por su parte, Pastor, que inicialmente había confirmado su asistencia, finalmente no pudo acudir al acto por “motivos de agenda”. Por su parte, Garrido excusó su presencia -acudió al Comité del PP de Madrid- pero delegó en el director general de Seguridad, Carlos Urquijo, ex delegado del Gobierno en el País Vasco.

Al acto también asistió el ex ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, que según Moncloa iba en calidad de vicepresidente ya que no cursaron invitación a ningún ex ministro del Interior del gobierno del PP. Ni Jaime Mayor Oreja, ni Jorge Fernández Díaz ni Juan Ignacio Zoido fueron invitados al acto.

Sin embargo sí que estaba el lendakari vasco, Íñigo Urkullu. En Moncloa aseguran que se siguió una pauta de acto institucional y no se invitó a nadie de los partidos, en respuesta a las críticas del líder del PP, Pablo Casado, de que no había sido invitado.

Enmarcan ahí en la cuestión institucional la presencia de Urkullu. Pero no aclaran por qué Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido el único ex vicepresidente y ex ministro del Interior presente.

Desde el Ejecutivo aseguran que “ni se improvisa la invitación ni la excusa” y afirman que cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habla de “ruido” quizás se refiere a esto. Pero que éste era un acto “emotivo” y que el Ejecutivo “no va a contribuir a perturbar este tipo de actos con cualquier otra cosa”.

En el acto, por parte de España, se dieron cita los ex presidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Además de varios ministros del actual Gobierno (Justicia, Exteriores, Educación, Interior e Industria) y la vicepresidenta Carmen Calvo. También autoridades judiciales y mandos policiales y dieciséis de las veinte asociaciones y fundaciones de víctimas invitadas; y otros cargos como la presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega; el defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán; y el director del CNI, Félix Sanz Roldán.

Discurso a las víctimas

El presidente del Gobierno dedicó su discurso a las víctimas del terrorismo y aseguró que “construir el relato de la verdad es una de las deudas que tenemos con las víctimas” y también “con los más jóvenes que no sufrieron la violencia terrorista”. “Esa narrativa pertenece a las víctimas”. Sánchez aseguró “siempre estaremos en deuda con las víctimas”. “Resistimos primero y al final ganamos desde el Estado de Derecho y con el compromiso de la sociedad vasca y española”. Porque, aseguró España “no estaba sola en la lucha”, contaba con Francia.

El jefe del Ejecutivo puso en valor el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo donde seguirán los archivos que, de manera simbólica , le entró el primer ministro francés. Se trata de los llamados “sellos de ETA”, una copia de los más de 8.000 efectos y documentos incautados a la banda terrorista procedentes de operaciones antiterroristas francesas.

-------

El primer ministro francés recordó a Miguel Ángel Blanco en presencia de su hermana y presidenta de la fundación de víctimas, Mari Mar Blanco. “El grito de rabia de España -tras el secuestro y asesinato del edil de Ermua- tuvo eco en Francia”. “La historia tiene una memoria larga y la justicia también”, dijo y garantizó a los ciudadanos que la seguridad es su prioridad. Asimismo recordó la figura de Nicolas Sarkozy porque “la victoria que se celebra también es suya”. Y subrayó cómo el terrorismo sigue azotando en París, Niza, Amsterdad, Barcelona, Cambrils... “Celebramos la victoria común con un terrorismo, pero también hay pérdidas irremplazables”. Aunque se mostró convendido de que “estamos, somos y seguiremos siendo invencibles”.

La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez le pidió a Sánchez que “disuelva ETA y den la orden de detener a los que quedan, como Josu Ternera”, le dijo. “No podéis dar por buena la foto del cambio”. “Aunque hoy éramos los protagonistas, el vedadero homenaje es la disolución”, le dijo. Ordóñez destacó que vio a Sánchez muy “receptivo” mientras Pérez Rubalcaba le decía que ya no hay etarras.

Al finalizar el acto Sánchez impuso la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica a las magistradas Hèléne Davo y Laurence Le Vert. Tras un minuto de silencio por las víctimas, el acto finalizó con un ‘aurresku’ tradicional vasco que los asistentes, secundando al ‘lendakari’ Iñigo Urkullu, contemplaron de pie.