Elecciones Generales 2016

Sánchez tantea a los barones ante una abstención

El líder del PSOE inicia hoy una ronda de consultas con los territorios afines

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante su última comparecencia pública
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante su última comparecencia públicalarazon

Aunque no se espera rebelión, sí existen posturas enfrentadas sobre la posición que debe adoptar el partido ante la investidura de Mariano Rajoy.

El PSOE celebra el próximo sábado su Comité Federal. El máximo órgano entre congresos se reúne –con una semana de retraso– para evaluar los resultados electorales y los posibles escenarios que se abren tras la contundente victoria del PP. Aunque aparentemente no se espera rebelión, sí existen posturas abiertamente enfrentadas sobre la posición que debe adoptar el partido ante la investidura de Mariano Rajoy. El núcleo más cercano a Pedro Sánchez mantiene el veto que los socialistas impusieron en diciembre para no facilitar, «ni por activa ni por pasiva», la reedición del mandato popular. Sin embargo, tótems del partido de ayer y de hoy comienzan a avanzar posiciones y piden públicamente que se deje gobernar a la lista más votada. Abrió fuego el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, pero la tesis la han ido abonando diversos perfiles a todos los niveles; el último, Josep Borrell.

Estas tensiones pueden estallar en cualquier momento y con el objetivo de rebajarlas y fijar una postura común, el secretario general del PSOE sale de su exilio autoimpuesto y arranca hoy una ronda de consultas con los barones territoriales. Ellos comparecerán tras los encuentros, pero no está previsto que el líder socialista se pronuncie en público hasta el mismo sábado. Las reuniones con los dirigentes territoriales no tienen nada de excepcional, ya que es práctica habitual que Sánchez comente con ellos su diagnóstico de la situación antes de redactar una determinada resolución para el partido. Así lo hizo en diciembre, cuando –tras una interminable cena– se adoptó el veto al PP y a los independentistas. Sánchez comenzará a recibir a los dirigentes de los territorios alineados con el secretario general: País Vasco, Madrid y Baleares. Las tres «baronesas» son afines a la postura del líder socialista de no facilitar la investidura de Rajoy y le apoyarán en el Comité Federal.

Por su parte, desde Ferraz quisieron salir ayer al paso de las declaraciones del vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, que desveló que los populares no querían «presionar» al partido antes de que se reúna su cónclave. «Que no nos esperen, porque les vamos a decir que no», zanjaban fuentes consultadas por LA RAZÓN, ante las intenciones de Génova. La posición del PSOE no se ha movido un ápice desde su inicial veto a los populares y se muestran «sorprendidos y preocupados» porque Mariano Rajoy «sólo haya llamado a un grupo parlamentario durante esta semana». En Ferraz se espera la llamada del presidente en funciones, una llamada que se atenderá e incluso, «por cortesía», se acudirá a la cita con el jefe del Ejecutivo, aunque sea para reiterarle su «no» en persona. A modo de consejo, desde la sede socialista se anima a Rajoy a tener «su mayoría articulada con afines ideológicos antes de llamarnos a nosotros», porque «si su investidura depende del PSOE no saldrá adelante».

Sin embargo, según ha podido saber este diario, y tal como se publicó ayer, fuentes del partido apuntan que en la resolución que resulte del Comité Federal a Sánchez se le dejarán las manos libres para negociar, incluso con el PP, sobre el que se levantará el veto. Todo para conquistar un fin superior: que no se celebren unas terceras elecciones.

En esta tesis, en la de que los socialistas pasen a la oposición, están barones territoriales como Susana Díaz, Javier Fernández o Guillermo Fernández Vara, a los que el líder socialista verá el último día, el viernes. Eso sí, desde territorios como Andalucía no están dispuestos a asumir que la decisión de la abstención se cargue sobre sus hombros, sino sobre los del secretario general. La mano derecha de Susana Díaz, Juan Cornejo, señaló ayer que los socialistas andaluces llevarán «un no rotundo al PP», aunque reconoció que la última palabra la tendrá el Comité Federal.