Santiago Abascal: «He encontrado muchos bichos en política»

El presidente de VOX dice que en el «riesgo hay esperanza». Hace política desde las redes sociales, se ríe de sus propios memes y combate, ahora desde la acción popular, a los separatistas del procés.

Le encanta ser «políticamente incorrecto». Dice que su padre, fallecido en junio, le enseñó a «amar a España, a ser leal y a ver siempre lo mejor de cada persona a pesar de sus defectos». Aplica en la vida una de sus frases: «Cada uno tiene su sitio». Y ¿cuál es el suyo? «La sierra salvada».

–Motero, político, vasco... ¿es una curva peligrosa?

–En el riesgo hay esperanza y la vida hay que vivirla con autenticidad. Uno tiene que ser y presentarse como es de verdad sin adornos ni exageraciones ni tampoco disimulos.

–¿Cómo se presenta?

–Como alguien que no se ha querido traicionar a sí mismo, que quiere que los españoles puedan votar con alegría y que está tratando, como otros muchos, de ofrecerse como alternativa política y que va a triunfar.

–¿Quiere adelantar por la derecha a Cs y PP?

–No tenemos complejo con las etiquetas ni estamos obsesionados con quitarnos las que nos ponen. Lo que quiere VOX es apostar por la perseverancia y la claridad. Se nos entiende todo; no somos difusos como Cs o acomplejados como el PP por culpa de su cúpula.

–Caza bichos, ¿ha encontrado muchos en política?

–Bueno, no cazo, los fotografío, es un matiz importante. Y sí, he encontrado muchos bichos en política. Hay quien dice que los políticos son un reflejo de la sociedad. Yo creo que no, que hay un índice mayor de bichos en la política.

–¿Cómo le ha explicado a sus hijos a lo que se dedica?

–No se lo dije un día, sino que nunca les he ocultado nada. Han visto desde el principio que vivía con escolta, que a su padre, a su abuelo y a su bisabuelo les habían querido matar ETA. Un día me preguntó: «¿Papá, cuando yo sea mayor también me van a querer matar a mí?»

–¿Y qué le respondió?

–Lógicamente, que no.

–¿Se iría a Waterloo a buscar a Puigdemont?

–Me he preguntado todo este tiempo, ante la inacción del Gobierno, por qué los ciudadanos no podíamos detenerle y ponerlo a disposición de la Justicia cuando estaba en España ante lo que sabíamos que iba a cometer: un delito flagrante de rebelión.

–¿Encuentra algún símil con la derrota napoleónica?

–No lo sé, la verdad. Pero más allá de que se haya dado una respuesta a medias, los separatistas han quedado derrotados por los españoles y creo que están en la mayor de las derrotas y costará que se recuperen. Eso no significa que sea optimista, porque se volverá a reproducir y hay que atajarlo de raíz.

–VOX está personado en los principales casos contra los separatistas. ¿Cuál es su objetivo?

–Aspiramos a que se haga justicia. Han atacado lo que para mí es más sagrado, que es la unidad de España.

–¿Están todos los que son?

–No, son muy pocos los imputados. Nos hallamos ante una gran trama de una organización criminal. Aquí el problema no solo es Junqueras o Puigdemont, son muchos más.

–El juez Llarena desestimó la imposición de una fianza por los gastos del 1-O en contra del criterio de Fiscalía. ¿Puigdemont y el resto de investigados tendrá que afrontar el pago por esos gastos?

–Seguiremos peleando para ello. Los gastos se pagaron por los créditos concedidos del FLA. Es decir; Montoro no estuvo especialmente vigilante y ahí hay una responsabilidad de dejación de funciones.

–¿Van a pedir que se investigue a alguien en concreto?

–Estamos atentos de quién comparece, de quiénes son los testigos por si en algún caso pudieran ser imputados. En algún caso también solicitamos que haya investigación sobre personas concretas.

–¿Cree que Puigdemont puede volver a ser candidato?

–Pienso que es imposible. Tiene que estar en prisión por los delitos que ha cometido. En cuanto el procesamiento sea firme directamente debe estar inhabilitado.

–¿Hay motivos para la suspensión de las actividades de ANC y Òmnium como sucedió con Batasuna?

–Hemos pedido expresamente que las organizaciones criminales tienen que ser disueltas. No se ha planteado ni si quiera en el Congreso, porque no hay valentía política. Parece que hace falta que nos maten para tomar decisiones de esa naturaleza.

–¿Qué le pareció el himno cantado por Marta Sánchez?

–Me pareció un acto de valentía, y ella sabía lo que iba a suponer. Por eso en la letra lo de: «y no pido perdón».