Opinión

Los tiempos del Rey: propone la investidura de Alberto Núñez Feijóo.

A día de hoy, el PP de Alberto Núñez Feijóo, es la fuerza más votada y tiene toda la legitimidad para presentarse a una investidura.

Feijóo agradece al Rey por elegirle candidato a la investidura y promete un Gobierno de "estabilidad y moderación"
Feijóo agradece al Rey por elegirle candidato a la investidura y promete un Gobierno de "estabilidad y moderación"Europa Press

Tras varias semanas de especulaciones, finalmente S.M. el Rey ha propuesto a Alberto Nuñez Feijóo como candidato a la investidura. El líder del PP está a cuatro votos de ser presidente del Gobierno, por lo que todos los focos se centrarán los próximos días en el PNV. Después de la constitución de las Cortes Generales el pasado 17 de agosto y tras haber elegido a Francina Armengol como presidenta de la Cámara baja, durante esta semana se ha celebrado la ronda de consultas de S.M. el Rey Felipe VI con los líderes de los distintos partidos políticos. El lunes le tocó el turno a CC, UPN, PNV y Sumar mientras que el martes fue el turno de Vox, PSOE y PP. Se trata de un funcionamiento normal de nuestro sistema parlamentario y que está recogido en nuestra Constitución, concretamente en su artículo 99: "El Rey, previa consulta con los representantes designados por los Grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno".

Una vez que Felipe VI se ha reunido con todos los líderes de los partidos políticos, ha propuesto a uno de ellos para iniciar el proceso de investidura. La Casa Real ha esgrimido varios argumentos a favor de encomendar la investidura a Feijóo: siempre se ha propuesto primero a la formación con más representación parlamentaria, a excepción de la XI legislatura (2019). Otra opción que se especulaba era que S.M. el Rey convocara a los partidos a una nueva ronda de consultas más adelante para dar más tiempo a los líderes políticos a negociar su investidura. Entra dentro del marco constitucional y de hecho, ya ocurrió en 2019, tras las elecciones de abril de aquel año, el Rey comunicó su decisión de “no formular una propuesta de candidato a la Presidencia del Gobierno” ya que no existía un candidato con los suficientes apoyos. Sin embargo, este escenario no ha sucedido.

A día de hoy, el PP de Alberto Núñez Feijóo, es la fuerza más votada y tiene toda la legitimidad para presentarse a una investidura. Ha obtenido sendos acuerdos con varias formaciones políticas y se encuentra actualmente en 172 escaños que se quedan a 4 de la mayoría absoluta. Teniendo los votos de CC, UPN y Vox, el Partido Popular solo tiene una alternativa: atraer los votos de PNV y en caso de que no consiga una mayoría absoluta, conseguir en segunda votación más ‘síes’ que ‘noes’.

Por otro lado, el PSOE, que quedó segunda fuerza política en las pasadas elecciones, intenta sumar con todas los otros partidos para alcanzar la mayoría. Necesitan el voto favorable de todas las fuerzas alternativas, incluidas las catalanas. La política catalana es traicionera y complica mucho los apoyos que necesita Pedro Sánchez porque tienen una hoja de ruta rupturista: quieren poner en duda la credibilidad del sistema ante Europa y en particular del poder judicial, enmendando sus decisiones con una amnistía que no encaja por su propia naturaleza jurídica y favorecer que exista un Gobierno débil para que puedan proseguir con su hoja de ruta hacia la ruptura.

Pedro Sánchez no ha podido dar por cerrado un acuerdo con ‘Junts’ ni con ‘ERC’ en la ronda de consultas con S.M. el Rey porque el propio ordenamiento jurídico español no contempla lo que piden y por tanto no se lo puede dar, pese a que desde formaciones a la izquierda del PSOE, están ya estudiando fórmulas para dar ese encaje constitucional a las demandas de los secesionistas.

En caso de que el PP no obtenga los apoyos necesarios y si los independentistas no ceden en sus planteamientos, el escenario más probable es una repetición electoral el próximo mes de diciembre. Como decía Manuel Fraga, padre de la Constitución y fundador del Partido Popular, la política es el arte de lo posible; para lograrlo hay que intentar muchas veces lo imposible.