Castilla y León

Todos quieren ser Sijena

La orden de devolución a Cataluña de los bienes del monasterio oscense ha desatado una oleada de reclamaciones por obras de arte entre comunidades, con el Museo Arqueológico como gran señalado y la Guerra Civil en el origen de varios litigios

Desde 1975, la localidad de Elche reclama al Estado el regreso de esta escultura del siglo V que es una de las grandes protagonistas de la colección del Museo Arqueológico Nacional de Madrid y que el Gobierno se niega a trasladar «temporal o permanentemente»
Desde 1975, la localidad de Elche reclama al Estado el regreso de esta escultura del siglo V que es una de las grandes protagonistas de la colección del Museo Arqueológico Nacional de Madrid y que el Gobierno se niega a trasladar «temporal o permanentemente»larazon

Sijena no era una anécdota. Después de que se ordenara judicialmente la devolución a la localidad oscense de los 44 bienes expoliados en su día y en manos del Museo de Lérida, muchos son los vecinos de este país «enfermo de particularismo» (Ortega dixit) que reclaman su botín de la memoria histórica.

Sijena no era una anécdota. Después de que se ordenara judicialmente la devolución a la localidad oscense de los 44 bienes expoliados en su día y en manos del Museo de Lérida, muchos son los vecinos de este país «enfermo de particularismo» (Ortega dixit) que reclaman su botín de la memoria histórica. Sijena somos todos, aducen desde distintos puntos de esta España en la que la cohesión territorial siempre ha sido una convención precaria, y donde el «caso Sijena» amenaza con ser la caja de Pandora de nuevas reclamaciones histórico-patrimoniales, en muchos casos con la Guerra Civil como telón de fondo. Una vez abierta esta caja, ¿quién y cómo se cerrará? ¿Podrán alcanzarse acuerdos políticos generales? ¿Se emprenderá la vía judicial? ¿Homogeneizará alguna vez España los criterios respecto a su legado? Estos son los casos abiertos o reabiertos al calor de Sijena.

La dama de Elche

Es un clásico de las reclamaciones patrimoniales. Desde 1975, la localidad alicantina, en la que nunca se ha conservado la pieza desde su hallazgo en 1897, viene reclamando periódicamente su regreso. Ahora, Compromís pide al Gobierno que se aplique «la misma doctrina» que con el «caso Sijena» para que la escultura del siglo V salga del Museo Arqueológico Nacional, donde se expone desde que en 1971 viniera del Louvre de París, y se instale definitivamente en el municipio alicantino. El Gobierno alega que se trata de un «bien de interés cultural con máxima protección jurídica» y que existen «razones de índole histórica» para descartar una cesión «temporal o permanente». Es, sin duda, una de las estrellas del Arqueológico, con una «proyección –alega el Gobierno– por encima de su ubicación geográfica o de su ámbito local».

El Sepulcro de Astorga

También con el Arqueológico en el centro de la polémica, se encuentra el caso del sepulcro romano de la Catedral de Astorga. Esta obra fechada entre 305 y 312 d.C, de mármol y 2,25 metros de largo, que en su día albergó los restos de Alfonso III, ha sido reclamada al Estado desde 1927. La pasada semana un concejal del PSOE de Astorga volvió a pedir el retorno en base a que la actuación con Sijena «muestra una nueva sensibilidad del Estado respecto a la propiedad de las obras de arte expoliadas». La obra fue «sustraída» por un delegado del Gobernador Civil en 1869. En 1927, la Dirección General de Bellas Artes, alegó frente a la reclamación del Obispado de Astorga, que el sepulcro pertenecía al tesoro de la Corona. Rizando el rizo de esta «doctrina Sijena» que muchos enarbolan, cabe preguntarse dónde debería descansar finalmente el sepulcro si sale de Madrid: ¿en Astorga, en cuya catedral estuvo ubicada siglos, o en la pequeña localidad maragata de San Justo de la Vega, primer emplazamiento del sarcófago paleocristiano?

Los Papeles de Salamanca

La polémica de los Papeles de Salamanca ha rebrotado también al calor de Sijena y la aplicación del artículo 155. Desde 2004 este conflicto sobre los documentos relativos a Cataluña que se encontraban en el Centro Documental de la Memoria Histórica (Antiguo Archivo de la Guerra Civil) ha enfrentado a Cataluña y Castilla y León. En la madrugada del 1 de enero de 2006, y con un fuerte dispositivo policial, el Gobierno trasladó a Cataluña hasta 500 cajas de documentos. Zapatero y la Generalitat habían pactado una mesa para ejecutar la operación: durante los siguientes años fueron entregándose documentos hasta un total de 400.000 legajos que están hoy en manos de la Generalitat. Ahora, la asociación Salvar el Archivo de Salamanca pide la vuelta al centro salmantino de los papeles «ilegalmente» llevados a Cataluña con la cobertura del 155 y antes del 21-D. Se trata de uno de los casos más enconados de las últimas décadas, que se saldó a satisfacción de la misma Generalitat que ha negado toda opción a Sijena.

Los bienes de La Franja

También la Guerra Civil está en el origen del macro-litigio por los bienes de La Franja, la zona limítrofe de Aragón con Cataluña, donde numerosas localidades fueron expoliadas en la misma época que Sijena. Son de hecho casos emparentados, si bien en el asunto de La Franja son dos obispados los protagonistas: Barbastro y Lérida. La causa arranca en 1995, cuando las diócesis se adaptan a la nueva organización autonómica y numerosos municipios del Obispado de Lérida pasan a depender de Barbastro. Sin embargo, los bienes que habían sido saqueados en Aragón en la Guerra Civil han seguido desde entonces en manos del Consorcio Museo de Lérida. En 2015 el Supremo confirmó la propiedad aragonesa, pero el asunto ha seguido empantanado. Para el Obispado de Barbastro, que reclama más de cien obras de gran valor, este es el momento para ejecutar la devolución.