Trías ofreció a Bárcenas mediar con el juez como hizo con su mujer

El ex tesorero del PP Luis Bárcenas aseguró el miércoles ante la Fiscalía Anticorrupción que los papeles que se le atribuyen –en los que figura una supuesta contabilidad «B» de la formación política– no son suyos y que jamás hubo sobresueldos en dinero negro dentro del partido. Según dio a entender, tras estas acusaciones podría estar el abogado y ex diputado popular Jorge Trías Sagnier, quien en una declaración previa esa misma mañana indicó que años atrás el ex tesorero le había enseñado los documentos publicados por «El País» y que eran como los recordaba.

Bárcenas no sólo negó este extremo, sino que también planteó la posibilidad de que Trías hubiese iniciado una suerte de venganza contra el PP, después de que la formación se negase a pagarle una minuta por defenderlo, al entender que no le había realizado ningún encargo. Parece ser que el ex tesorero acudió al ex diputado en busca de su consejo, pero lo hizo por su condición de amigo con contactos en la Prensa y no tanto por el hecho de que fuese un profesional del derecho, pues ya contaba con los servicios de un despacho de abogados.

Sin embargo, según ha podido saber LA RAZÓN, Trías sí que consideraba que tenía un papel en la defensa de Bárcenas y se habría atribuido la desimputación de su mujer, Rosalía Iglesias, en 2010 –aunque ahora ha sido imputada por un delito contra la Hacienda Pública– e incluso habría alardeado de hablar con el entonces instructor del «caso Gürtel» en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el juez Antonio Pedreira.

En la misma línea, el ex diputado popular habría ofrecido a Bárcenas la intervención del ex juez Garzón, con el que mantiene una relación de amistad y al que defiende a menudo en tribunas públicas. Garzón fue el instructor inicial del caso, pero se inhibió en favor de los TSJ de Madrid y Valencia por la presencia de varios aforados. En esa fase inicial, ordenó la realización de unas escuchas en prisión de los presuntos cabecillas de la trama, que a la postre supusieron su inhabilitación por parte del Tribunal Supremo, que entendió que las grabaciones violaban el derecho a la defensa de éstos.

El propio Trías, en un artículo de enero de 2012 en «El País» –en el que, precisamente, hablaba de una «cacería judicial» contra el todavía juez Garzón–, afirmaba que había asesorado a miembros del PP en el «caso Gürtel» y narraba a su manera el episodio de la minuta: «El día que este diario desveló que un conspicuo líder popular había cobrado minutas por varias decenas de miles de euros para autodefenderse, me escandalicé, hasta el punto de que decidí pasar una minuta, por menor cantidad por supuesto, ya que al cabo yo no tenía incompatibilidad alguna y llevaba más de un año trabajando por amor al arte ayudando a mis compañeros de partido. Evidentemente no me pagaron nada y me dijeron que a mí nadie me había contratado, con lo cual tuve la excusa de salirme de este tema, que me producía náuseas».

Le desagradase más o menos, parece que Trías no se ha olvidado del asunto. O al menos así lo ve Bárcenas, que según fuentes judiciales consultadas por LA RAZÓN insistió mucho en la existencia de una posible conspiración contra él y contra el Partido Popular durante su declaración ante la Fiscalía Anticorrupción. En ella, según estas mismas fuentes, el ex tesorero no sólo planteó abiertamente los nombres de Trías y Garzón, sino que también dejó caer sin decirlo explícitamente que tras esta campaña que, a su juicio, se ha montado contra el PP podría estar metido el principal partido de la oposición y su líder.

Bárcenas volverá a declarar el día 25, pero esta vez ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, instructor del «caso Gürtel», que lo ha citado tras la aparición de sus cuentas en Suiza. El ex tesorero, que está imputado por los delitos de blanqueo de capitales, fraude fiscal y cohecho, llegó a tener hasta 22 millones de euros en una cuenta en el Dresdner Bank de Ginebra. En diciembre regularizó 10,9 millones (el delito fiscal en el resto habría prescrito, según su defensa) a través de la sociedad Tesedul, registrada en Uruguay.