El desafío independentista
Tristeza por Badalona
Esta noche, como cada 10 de mayo, se celebrará la quema del «Dimoni», el principal símbolo de la fiesta mayor de la ciudad, una figura similar a una falla. Los días anteriores a la quema, todos los escolares de Badalona la visitan y depositan en ella dibujos y figuras realizados por ellos mismos. Una bonita y entrañable tradición.
Este año, los miembros de la CUP –que gobierna en Badalona gracias al Partido Socialista– han depositado junto al «Dimoni» otra figura que representa a mi persona, decorada con una corbata con la bandera española, con un símbolo falangista y un cartel en el que se me tilda de fascista. Como comprenderán, tras muchos años de ver y escuchar auténticas sandeces, este tipo de ataques personales no me afectan lo más mínimo. Estos mismos personajes fueron los que difundieron un cartel en el que yo aparecía con un tiro en la frente. A veces me pregunto hasta dónde puede llegar su obsesión.
Lo que sí que siento es una profunda tristeza por Badalona. Tristeza porque alguien se atreva a utilizar un símbolo de Badalona, sobre todo para los niños, y lo contamine de pensamiento político. A algunos les parecerá muy divertido, pero estoy convencido de que la inmensa mayoría de los vecinos, más allá de su ideología, tendrán una sensación muy parecida a la mía.
En este sentido, quiero agradecer las muestras de solidaridad de CDC, Ciudadanos y PSC. Con una petición a estos últimos: que reflexionen sobre cuánto tiempo más van a permitir que tengamos que seguir aguantando las barbaridades de la CUP en Badalona.
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