Política

Castilla y León

UGT y CC OO despiden a más de 700 empleados con 13 ERE

Aplican la reforma laboral a parte de sus ex trabajadores

La Razón
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«Annus horribilis» para los dos grandes sindicatos de clase de España. Tanto UGT como CC OO han visto como su pulso callejero al Gobierno se ha ido diluyendo hasta derivar en el pinchazo del pasado 14 de noviembre, cuando la segunda huelga general en menos de un año contra el Gobierno de Mariano Rajoy tuvo un seguimiento menor de lo que las propias centrales esperaban. Además, el recorte de fondos públicos se ha traducido en una sensible reducción de las plantillas de ambos sindicatos. En la mayoría de los últimos 13 ERE aplicados, tanto CC OO como UGT se han acogido a la mínima indemnización contemplada en la nueva reforma laboral: 20 días por año trabajado. Así, se da la paradoja de que mientras las centrales protestaban contra la nueva legislación en las calles de toda España, se escudaban en ella para abonar el mínimo posible a sus ex empleados.

Las protestas de los afectados por los despidos en ambos sindicatos ante las puertas de sus centros de trabajo se han ido sucediendo por toda España, desde Andalucía hasta Cataluña, pasando por Castilla y León. En total, unos 700 trabajadores de los sindicatos que dirigen Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez se han ido a la calle en los últimos meses. Sólo un día después del batacazo del pasado 14-N, UGT Andalucía aplicó la reforma laboral a rajatabla para despedir a 28 trabajadores. Les comunicó por carta su indemnización: 20 días por año de servicio con un máximo de doce mensualidades. En la nota, el sindicato argumentaba que la relación laboral fija de los trabajadores estaba sujeta a la asignación presupuestaria de la Junta de Andalucía para fomento del empleo. Y como los recortes afectan a todas las administraciones y tal partida no fue consignada, UGT decidió despedir a 28 de sus empleados con el mínimo. El secretario general de la sección sindical de UGT-A, Francisco Serrano, declaró entonces a este diario lo que muchos de sus compañeros de CC OO habían expresado unos días antes: «Nos tratan como la patronal más casposa de este país». Serrano denunció que UGT-A jugaba al límite de la legalidad pues al despedir sólo a 28 de los 44 trabajadores adscritos a ese programa sorteaba por poco el despido colectivo. Una situación similar se vivió en la Fundación Formación y Empleo (Forem) de Castilla y León, vinculada a CC OO, donde el 25% de su plantilla se fue a la calle tras un ERE en el que, de nuevo, los trabajadores se llevaron lo puesto. «No hubo negociación. Alegaron pérdidas futuras, por la caída de las subvenciones, una de las modificaciones de la reforma laboral, y nos ofrecieron 20 días por año trabajado», afirma María, una de las afectadas. «Jamás creí que nos iban a aplicar la reforma laboral a rajatabla, la misma contra la que organizan huelgas. ¿Cómo vas a pensar que tu sindicato te trate peor que una empresa privada o se comporte como la patronal? Nos han robado, así de claro», añade María, nombre figurado pues también quiere preservar su identidad «por si acaso».