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Defensa busca a los militares en el mar pero no descarta un secuestro

Buzos del Ejército tratan sin éxito de llegar hasta el helicóptero, a 45 metros de profundidad en el Atlántico

Imágen del Olimpic Zeus
Imágen del Olimpic Zeuslarazon

Ante la infructuosa búsqueda de los militares desaparecidos tras estrellarse el helicóptero en el que viajaban, todas las hipótesis están abiertas. Incluida la del secuestro. Por ello, continúa con la búsqueda en todas las áreas posibles.

Según ha informa la Delegación del Gobierno en Canarias, un avión CN 235, dos helicópteros superpuma españoles, además de un helicóptero marroquí y un avión Defender de Marruecos se turnan para patrullar una amplia zona marítima en busca de cualquier indicio en superficie.

Por su parte, unos cuatro buques -el 'Camino Español', el 'Olimpic Zeus' y dos patrulleras marroquíes-; catorce buzos, diez de los cuales pertenecen a la Armada española y cuatro al 'Olimpic Zeus'; los dos submarinos que han trabajado durante la noche y una embarcación auxiliar del 'Olimpic Zeus' con un sonar de barrido lateral trabajan en la zona donde se encuentra la cabina del helicóptero en un área de 6 millas por 6 millas.

Ayer, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, mantuvo dos encuentros con los familiares del capitán José Morales Rodríguez, del teniente Saúl López Quesada y del sargento Johnander Ojeda Alemán y no descartó –ante ellos– la posibilidad de que un pesquero haya recogido a los militares para pedir un rescate a cambio de llevarles a puerto. Esta versión explicaría las informaciones emitidas por Marruecos que aseguraban que los náufragos habían sido rescatados con vida por una embarcación. En la costa de Mauritania, lugar cercano al siniestro, faenan buques que en ocasiones dejan de lado su vocación pesquera para ejercer el pirateo.

No obstante, la principal línea de actuación sigue siendo llegar hasta la aeronave y verificar si los militares se encuentran en su interior. Fuentes gubernamentales informaron a LA RAZÓN de que el helicóptero del Ejército del Aire siniestrado el pasado jueves se encuentra sumergido a unos 45 metros de profundidad en el océano Atlántico, si bien las condiciones meteorológicas adversas estarían dificultando los trabajos de localización. Para acceder a él, el Ministerio de Defensa dispuso ayer más medios para tratar de llegar al lugar del suceso. En concreto, envió a la zona dos helicópteros, dos buques cazaminas, un buque de acción marina y el buque «Olimpic Zeus» que depende de Salvamento Marítimo y que posee un potente sónar, a través del cual esperaban obtener una localización exacta del helicóptero. Los robots submarinos desplegados en área trabajaron toda la noche.

Por su parte, el buque de la Armada «Camino español» llegó al lugar del siniestro con un equipo de 10 buzos que se sumergieron para tratar de establecer contacto visual con la aeronave e intentar reflotarla. Por el momento, las labores no están arrojando ningún avance, ya que los buceadores no han sido capaces de acceder a la cabina. La búsqueda se centra en el punto donde fue localizada la baliza de emergencia del helicóptero y abarca un área de dos millas, tanto bajo el mar como en superficie. En los trabajos de superficie, Marruecos está colaborando en la identificación de los pesqueros que recalan por la zona. Al mismo tiempo, un avión CN235 estuvo realizando patrullas de búsqueda en una zona más amplia; mientras que el Ejército del Aire ha posicionado en Dahkla un Super Puma de apoyo para cualquier eventualidad. En las tareas de búsqueda, España cuenta con el apoyo de Marruecos, que también envió más medios a la zona.

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, permanece en la isla de Gran Canaria para informar de primera mano de las novedades que pudieran acontecer sobre los desaparecidos durante la jornada. Su condición sigue siendo ésa, la de «desaparecidos, ya que los servicios de búsqueda no han podido acceder a la cabina del Super Puma, por lo que no se ha podido descartar que se hundieran con el aparato.

La confusión de Marruecos

Si dejamos de lado la hipótesis del secuestro, la confusión imperante obedece a que Marruecos transmitió una información errónea al Ministerio de Defensa sobre la localización y el posterior rescate con vida de los tres militares que viajaban a bordo del helicóptero siniestrado el pasado jueves. Así se explica, desde que se reconociera por parte de la Gendarmería marroquí que las informaciones no estaban contrastadas y que, por tanto, no eran capaces de confirmarlas. Tres horas después de que el helicóptero se estrellara, un Puma del Servicio Aéreo de Rescate marroquí informaba de su localización flotando en el mar, junto a una balsa en la que aparecían varias bengalas encendidas, aunque sin precisar si los militares estaban a bordo de la misma. Minutos después, Defensa confirmaba que «una patrullera marroquí traslada a los tres supervivientes a Dajla». Posteriormente otras fuentes aseguraron que en realidad no era una patrullera la que los trasladaba sino un pesquero. El ministro recibió la información por dos vías distintas a las que dio total legitimidad: su homólogo marroquí y la Gendarmería.

El desconcierto se desencadena cuando el viernes el Ministerio de Defensa sigue sin poder contactar con los tres tripulantes, a pesar de que todas las fuentes apuntan a que han sido «rescatados por un pesquero marroquí». En ese momento, España moviliza los primeros efectivos de la Armada para que se trasladen hasta el lugar del siniestro en busca de rastros de la aeronave.