Espionaje en Cataluña

Un ex director de los Mossos figura en el centro de las pesquisas

Xavier Martorell, que ahora dirige prisiones, ha realizado trabajos para la inteligencia catalana

La Razón
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Aunque Convergència Democràtica negó ayer de forma rotunda haber contratado jamás los servicios de investigación de ningún tipo agencia de espionaje, la investigación «a fondo» que ha abierto la Policía Nacional ha colocado a Xavier Martorell en el centro de sus sospechas.

Aunque Convergència Democràtica negó ayer de forma rotunda haber contratado jamás los servicios de investigación de ningún tipo agencia de espionaje, la investigación «a fondo» que ha abierto la Policía Nacional ha colocado a Xavier Martorell –una figura con una larga experiencia en el ámbito de la seguridad que trabaja desde hace años a las órdenes de CiU– en el centro de sus sospechas. Según las fuentes consultadas por LA RAZÓN, Martorell es una figura relevante en Convergencia Democràtica, ya que se ha ocupado a menudo de todo lo relativo a los «asuntos internos» del partido y, por lo tanto, la investigación no descarta su posible relación con las agencias de detectives a las que se encargaran trabajos sobre temas «delicados». Convergència, sin embargo, sostiene que nunca ha reclamado servicios de investigación de ninguna empresa, ni de forma directa ni indirecta.

Martorell fue director de los mossos d'esqua-dra durante un largo período (1996-2004) y durante este tiempo trabó una relación de confianza con Artur Mas, quien llegó a plantearse la creación de una especie de CNI (Centro Nacional de Inteligencia, el servicio oficial de espionaje y contra espionaja de España) catalán. Finalmente, Mas optó por situar a a Martorell durante su primer gobierno (2010-2012) como director general de Análisis y Prospectiva, un área con funciones muy ambigüas pero con una premisa muy clara: realizar informes a petición del presidente de la Generalitat y ejecutar programas de actuaciónpor encargo de Mas. En síntesis, trabajar en la inteligencia de la administración autonómica y, muy particularmente, a las órdenes del presidente. Este organismo contaba con la cobertura y medios necesarios, incluso para contratar servicios exteriores, aunque la Policía continúa examinando la vasta información de que dispone para comprobar el alcance de las prácticas de Martorell.

Por el momento, Convergència Democràtica ha optado por cerrar filas respecto a todo su entorno y pasar a la ofensiva. En una reciente carta web a la militancia recogida, el líder de CiU en el Parlament, Oriol Pujol, llegó a pedir explicaciones ante «el festival de espías, escuchas, grabaciones, seguimientos y documentos apócrifos» que están sacudiendo la política catalana. Según manifestó el secretario general de CDC, se está extendiendo el «juego sucio» y, en consecuencia, está aumentando la crispación y el descrédito de los servidores públicos. Convergència no sólo niega formar parte del «juego sucio», sino que reivindicael trabajo de Mas para combatir las prácticas irregulares, quien ha reunido a los máximos responsables de los organismos de control institucional en Cataluña para impulsar medidas contra la corrupción.

Ante la creciente convicción de que el espionaje ha podido generalizarse entre los partidos catalanes, el fiscal jefe de Cataluña, Martín Rodríguez Sol, aseguró ayer que la Fiscalía Superior de Cataluña está estudiando abrir una investigación sobre los supuestos casos de espionaje generalizados entre partidos políticos. «Hay que ver si esto ha sido una actividad repetida en el tiempo e intentar controlar toda la información que pueda haber», manifestó Rodríguez Sol en declaraciones a la Ser.