Radiografía de Podemos
Un «publirreportaje» a Podemos de 120 minutos
El documental de León de Aranoa asume sin críticas el relato del partido y se estrenará un día después de presentar la campaña
El documental de León de Aranoa asume sin críticas el relato del partido y se estrenará un día después de presentar la campaña
Quien esperara una visión crítica –o al menos imparcial– de Podemos quedará decepcionado con «Política, manual de instrucciones», el documental –podría hablarse incluso de «publirreportaje»– realizado por Fernando León de Aranoa que se estrenará convenientemente este viernes, un día después de que Podemos presente su campaña en Madrid. Y tras ver la película cuesta pensar que la sincronización de estos dos eventos sea producto de la casualidad.
El largometraje se encuadra perfectamente en la retórica de Podemos y asume el relato creado por Errejón e Iglesias (por ese orden): Podemos no es un partido de extrema izquierda con lazos con el chavismo y otros populismos de América Latina, sino un movimiento ciudadano, transversal y espontáneo nacido de la indignación social contra «los partidos de turno». En ningún punto controvertido se percibe la simpatía –por utilizar una expresión suave– de Fernándo León hacia Podemos como en el tratamiento que recibe en el documental el «caso Monedero» y la financiación –demostrada documentalmente– por parte del régimen chavista a la Fundación CEPS, embrión político de Podemos. Toda la polémica es presentada como un ataque de los «medios de comunicación del régimen», nerviosos por la aparición de un partido político que amenaza con sacudir el «statu quo». O sea, punto por punto el relato de Podemos. También es elocuente el hecho de que Chávez y Maduro no aparezcan en un documental de más de horas sobre el partido morado. Finalmente, la caracterización de Ciudadanos como un «Podemos de derechas», mantra contra la formación de Rivera repetido durante meses por los de Iglesias, es integrada por León de manera acrítica en su documental en los mismos términos –y con la misma estética– que en los vídeos promocionales del partido de Iglesias.
Cuesta pensar qué hubiera sido distinto en este cosmético documental si hubiese sido producido directamente por la maquinaria de comunicación de Podemos. Por momentos, el culto a la figura del líder Iglesias resulta desconcertante. En un momento de la película una mujer joven, presa del entusiasmo, dice: «Gracias por devolvernos la ilusión». Iglesias contesta acariciándole la mejilla. Otro simpatizante reconoce directamente: «Eres la ilusión de mi hijo de catorce años». El líder encaja éstos y otros parabienes sin inmutarse. Ninguna de sus ocurrencias queda sin el preceptivo coro de carcajadas por parte de sus colaboradores.
No obstante, la mirada amable de Fernando León no deja fuera del largometraje algunos de los rasgos del fenómeno Podemos que más inquietud siembran en amplios sectores de la sociedad. La candidez con la que los líderes del partido hablan de sus tácticas y estrategias de marketing deja al descubierto la tramoya tras la imagen idealizada que proyecta el partido. A los candidatos de Podemos se los insta a «limpiar el Twitter y el Facebook» de cosas que hayan podido opinar en el pasado porque, reconoce Errejón, «no es importante ser culpable, sino parecerlo». «Al PSOE hay que doblarle el brazo con nuestra fuerza», reconoce Iglesias, que cita a Lenin como modelo a seguir en repetidas ocasiones con sincera admiración.
El doble juego de Podemos también queda registrado en una escena que provocó la risa durante el preestreno para la Prensa de la película ayer en Madrid: sobre una alianza electoral de Podemos con Alberto Garzón previa a las elecciones del 20 de diciembre, Pablo Iglesias se muestra tajante: «Nuestra hoja de ruta no pasa en estos momentos por aliarnos con otros partidos».
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