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Un total de 19 operaciones y 47 detenidos en lo que va de año
Una de las «quejas» de los yihadistas es la de la gran efectividad que registran las Fuerzas de Seguridad españolas contra este tipo de terrorismo. No les falta razón si se observa el cuadro comparativo que se publica en esta misma página. En lo que va de año, se han realizado 19 operaciones , con un total de 47 detenciones, frente a las cinco y seis arrestos de las otras naciones europeas. Estas cifras no han pasado inadvertidas a los islamistas radicales a los que la política preventiva que desarrolla nuestro país no les permite desarrollar sus planes.
La mayoría de los operativos han sido contra individuos que pretendían captar nuevos adeptos para el DAESH, el Estado Islámico, pero también han sido arrestados yihadistas dispuestos a pasar a la acción, que disponían de armas, planes concretos e incluso cartas con amenazas contra Su Majestad el Rey.
Un atentado islamista no se puede descartar nunca y por eso España mantiene el nivel 4 de alarma antiterrorista, pero lo cierto es que la efectividad de las Fuerzas de Seguridad ha evitado hasta ahora acciones delictivas. Se trata de la lucha contra un terrorismo imprevisible, que lo puede protagonizar desde una célula organizada hasta un individuo, en plan «lobo solitario», que sale a la calle armado con cuchillos y ataca al primer «cruzado» con el que se encuentra.
El trabajo de la Guardia Civil y de la Policía ha revelado asuntos sorprendentes, como el de la mujer arrestada el pasado mes en Canarias, que se dedicaba a captar a otras mujeres, en especial menores de edad, para mandarlas a Siria e Irak con el fin de que se convirtieran allí en auténticas esclavas dentro del concepto que la «sharia» (la interpretación más rigorista de la ley musulmana) tiene del género femenino. Precisamente, en una de las últimas operaciones que se desarrolló también en julio fue arrestado un individuo en Melilla acusado de favorecer la radicalización y el reclutamiento a favor del DAESH. Contaba con abundante material propagandístico, parte de él orientado al reclutamiento de mujeres. Antes de radicalizarse había sido soldado profesional en el Ejército de Tierra español.
El pasado mes de mayo, la Policía desarrolló la «operación Mercader». Agentes de la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía y de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña detuvieron en Barcelona a dos personas que se dedicaban, a través de una red de perfiles virtuales, a difundir contenidos del Estado Islámico. Compaginaban su actividad en las redes sociales con una intensa actividad en la localidad de Cornellá de Llobregat, donde organizaban reuniones clandestinas en las que explicaban a los asistentes la ideología y los proyectos del DAESH, al tiempo que les alentaban a irse a combatir a Siria.
En marzo, la Guardia Civil detuvo en Badalona (Barcelona) a cuatro miembros de una misma familia, cuyos dos hijos menores, gemelos de 16 años, estaban a punto de partir hacia Siria para enrolarse en las filas del Estado Islámico. Uno de sus hermanos llamado Yassin Atanji, había muerto el año pasado luchando en Siria.
En ese mismo mes, la Policía desarrolló la «Operación Ghuraba». Fueron detenidos ocho individuos, todos españoles, cinco de ellos de origen marroquí. Los arrestados incitaban a la comisión de acciones terroristas en España. Además, seleccionaban candidatos para enviar a Siria e Irak a través de los contactos proporcionados por sus enlaces con la organización terrorista en «zona de combate».
La operación se efectuó en varias provincias (Barcelona, Gerona, Ciudad Real y Ávila). El grupo había tejido una compleja red en internet, mediante la gestión de 70 perfiles en las redes sociales, con los que captaban a jóvenes musulmanes de toda España (varios menores), los sometían a un proceso de radicalización, y finalmente, les proponían colaborar con el DAESH, en España, Siria o Irak. El grupo era codirigido por un líder que actuaba desde España y otra persona asentada en Turquía. En los registros domiciliaros se intervinieron gran cantidad de material propagandístico, banderas y simbología del DAESH, dos escopetas, armas blancas, y pasamontañas, así como una carta con amenazas a Su Majestad el Rey. Todos los miembros de este grupo se encuentran actualmente en prisión.
Algunas de las operaciones que se han realizado este año han supuesto el arresto de individuos que iban o volvían del territorio del DAESH, como una persona de nacionalidad argelina, el pasado mes de julio en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, cuando regresaba de combatir en Siria/Irak. Llegaba a España de paso en su regreso a Argelia. En abril, fue arrestada en Turquía una pareja formada por una española y un marroquí que trataban de unirse al Estado Islámico.
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