Bruselas

Una célula yihadista en Marruecos iba a atentar en Melilla y Ceuta

Sus objetivos eran el aeropuerto y el puerto melillenses y dos puestos fronterizos ceutíes, e incluían enclaves en el país vecino

Un miembro de las fuerzas antiterroristas de Marruecos.
Un miembro de las fuerzas antiterroristas de Marruecos.larazon

Una célula yihadista desarticulada en los últimos días en Marruecos tenía como objetivos el aeropuerto y el puerto de Melilla, así como los puestos fronterizos de Beni Enzar y Farhana

Una célula yihadista desarticulada en los últimos días en Marruecos tenía como objetivos el aeropuerto y el puerto de Melilla, así como los puestos fronterizos de Beni Enzar y Farhana, según la información publicada por varios medios del vecino país.

Fuentes antiterroristas españolas consultadas por LA RAZÓN afirmaron no disponer de datos oficiales al respecto, aunque dieran credibilidad a los datos ya que las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla son objetivos preferentes de las bandas yihadistas, en especial de Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI) y el Daesh, el Estado Islámico. Además, recordaron que en Marruecos se encuentran en la actualidad al menos 1.500 retornados de Siria e Irak, algunos con vínculos con las ciudades españolas, por lo que hasta cierto punto es «lógico» que los responsables del Daesh les hayan marcado objetivos en dichas poblaciones.

La noticia se conoce semanas después de que la Guardia Civil descubriera en Ceuta un zulo en el que había armas largas, cortas, abundante munición, cuchillos y machetes, una bandera del Daesh así como un pendrive con objetivos de la ciudad.

Las referidas fuentes han recordado que en muchas de las recientes amenazas lanzadas contra España por las bandas yihadistas es frecuente que se cite como objetivos preferentes a Melilla y a Ceuta. Estos enclaves que constituyen, de hecho, dos de las «puertas» más importantes para acceder a la Unión Europea, cuentan con una importante población musulmana, con una creciente presencia del extremismo yihadista.

Tanto el Cuerpo Nacional de Policía como la Guardia Civil, en la mayoría de los casos en estrecha colaboración con las Fuerzas de Seguridad marroquíes, han logrado cortar de raíz las iniciativas para implantar redes de captación de militantes destinados al Daesh y, en algunos casos, cometer atentados, no sólo en dichas ciudades sino en el resto de España y en distintos países de Europa.

Para los terroristas, por lo tanto, sería un éxito operativo y mediático atentar en Ceuta o Melilla, ya que, pese a la creciente implantación musulmana, entre la que figuran los extremistas, no han conseguido burlar la vigilancia de la Policía y de la Guardia Civil.

La célula yihadista desarticulada el viernes en Nador tenía previsto, además, atentar contra varios objetivos en esa ciudad. El diario «Asabah» y el portal web «le360.ma» coincidieron ayer en que los tres presuntos terroristas incluían entre sus objetivos el aeropuerto y el puerto de Melilla, así como dos de los pasos fronterizos que unen la ciudad con el territorio marroquí: Farhana y Beni Enzar.

Los otros objetivos se situaban fundamentalmente en su propia región (Nador y alrededores) y concretamente eran el puerto de Beni Enzar, la zona industrial de Seluán, el aeropuerto de Nador y el cuartel militar de Zghenghen. Asimismo, el mausoleo de Sidi Ali (dada la hostilidad que los yihadistas profesan contra el llamado «islam popular»), al igual que las sedes del ayuntamiento y de la prefectura (gobierno civil).

En poder de los arrestados se encontraron fotografías de los objetivos que habían elegido, además de pruebas de que pensaban aprovisionarse de armas mediante el asalto a una armería de Nador.

La información procede, al parecer, de las confesiones de los detenidos y subraya que tenían planeado secuestrar y decapitar a cuatro estudiantes izquierdistas de una facultad universitaria de Seluán. Los dos medios marroquíes coinciden en que la desarticulación de la célula de Nador (completada con una cuarta detención el sábado en Casablanca) ha permitido incluso desbaratar una acción terrorista en Bruselas que iba a ser cometida por un marroquí.