Unió ve con escepticismo la subida de impuestos que impone ERC

El núcleo duro de Unió Democràtica de Catalunya –encabezado por Josep Antoni Duran Lleida, Josep Sánchez Llibre, Josep María Pelegrí, Ramon Espadaler, Joana Ortega y Marta Llorens– se reunió ayer para analizar el pacto que llevará a Artur Mas nuevamente a la presidencia de la Generalitat. Ésa ha sido la prioridad de los socios de Convergència en las negociaciones, pero ven con escepticismo puntos del acuerdo que impulsa ERC y suponen un retroceso a la manera de gobernar aplicada hasta ahora. Medidas como la recuperación del impuesto de Sucesiones, la amplicación del impuesto de Patrimonio o la creación de un recargo para las grandes fortunas que ERC batalla hasta el final, tendrán efectos más nocivos que positivos en las arcas catalanas. Si para rebajar la partida de recortes se está provocando una fuga de las rentas más altas por la vía impositiva, al final serán las clases medias las que acabarán pagando el pato con el guiño que ha buscado ERC para justificar los recortes contra los que bramaba hasta el último día de la campaña electoral.

En Unió también provoca rechazo la iniciativa de los republicanos de poner en marcha la «Hacienda propia», que incluye la creación de un banco propio de Cataluña. Plantear iniciativas de este tipo pueden acabar pasando factura a una Cataluña que necesita estabilidad para salir de la crisis.

La formación que encabeza Duran Lleida también echa de menos que el pacto que anoche cerraban Mas y Junqueras en una reunión maratoniana incluya un gran acuerdo para luchar contra la pobreza, en un momento en que la crisis está azotando especialmente a los más débiles. El acuerdo con ERC también ha dejado en el tintero políticas a favor de la familia. Como dijo Duran Lleida en su carta web semanal, «la complejidad de esta legislatura no se puede obviar»; por un lado, «la crisis económica está y estará» y «los ajustes para rebajar el déficit se tienen que continuar haciendo». Por otro, «la celebración de una consulta y la búsqueda del marco legal que la ampare no será coser y cantar». Y, especialmente, «no nos engañemos: las culturas de gobierno de CiU y ERC son diferentes. Todos nos tendremos que esforzar para garantizar día a día la estabilidad».