ETA
Usabiaga, la mano derecha de Otegi
El ex secretario general del sindicato LAB ha sido siempre la mano derecha de Otegi que, en definitiva, era el cartel mediático de la organización proetarra de turno
El ex secretario general del sindicato LAB ha sido siempre la mano derecha de Otegi que, en definitiva, era el cartel mediático de la organización proetarra de turno
Arnaldo Otegi cuenta a partir de hoy con una pieza fundamental para tratar de dar un impulso al alicaído proyecto independentista de Sortu: Rafael Díez Usabiaga, que será destinado dentro de la formación abertzale a labores ideológicas y organizativas, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.
El ex secretario general del sindicato LAB ha sido siempre la mano derecha de Otegi que, en definitiva, era el cartel mediático de la organización proetarra de turno, se llamara Batasuna, Bateragune, Euskal Herritarrok, etcétera. En estrecha colaboración con él, trabajaba Usabiaga, que era el que diseñaba, y lo va a seguir haciendo, los proyectos organizativos e ideológicos.
Los más de seis años que ha pasado en prisión le dan un caché especial dentro de Sortu del que ya disfrutaban otros, entre ellos Arnaldo Otegi, que estuvo en la cárcel por participar en un secuestro cuando militaba en la rama «político militar» de ETA.
A nadie le ha extrañado que la izquierda abertzale quiera recibir con «honores» de un gran líder a Rafa Díez, como le llaman todos, conscientes de que recuperan a una pieza básica para dar fuerza al engranaje interno de este sector del independentismo vasco.
Las citadas fuentes consideran que este recibimiento y los actos de homenaje hay que situarlos dentro de la estrategia que ha organizado la izquierda abertzale este verano para aumentar la presión en las calles a favor de los presos (cada día más nerviosos porque ven pasar los meses sin que se produzcan acercamientos o excarcelaciones) y contra la presencia de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía en el País Vasco y Navarra, tal y como adelantó este periódico.
Usabiaga casi siempre ha actuado en la sombra y pocas veces se ha arriesgado a ser protagonista (salvo algún paso a Francia que fue investigado). En el caso de la reconstrucción de Batasuna, por el que fue condenado, lo que ocurrió es que le pillaron con el «carrito del helado», esto es, con los papeles encima de la mesa.
Se supone que ahora se va a dedicar a trabajo de «despacho», rodeado de personas de su entorno y de algunas que se han incorporado recientemente a la dirección de Sortu. Su ascendiente sobre ellos es evidente y su autoridad, indiscutible.
El «prestigio» de este guipuzcoano, hijo de guardia civil, nacido en Lasarte en 1956, se cimentó en los 12 años en los que estuvo al frente del sindicato proetarra LAB, una organización que cuando la banda terrorista estaba operativa se convirtió en la referencia en muchas grandes y medianas empresas del País Vasco y Navarra. De hecho, y pese a los intentos desde la lucha antiterrorista, no hubo manera de ilegalizar el sindicato.
Participó, en la sombra, como asesor, en distintas negociaciones entre el Gobierno de turno y la banda terrorista ETA. Usabiaga ha sabido construir un perfil de hombre moderado y dialogante y en las citadas negociaciones logró, al menos en los comienzos, dar esa apariencia. Sin embargo, se trata de un dirigente independentista que tiene claros los fines que persigue y la forma de tratar de lograrlos en cada momento.
Va a ser interesante seguir la deriva de Sortu, sobre todo tras la excarcelación de Usabiaga y lo que está ocurriendo en Cataluña. El ex dirigente de LAB es un «maestro» en el diseño de estrategias de desobediencia civil y desestabilización del «enemigo». Según algunos expertos, la CUP catalana no hace otra cosa que intentar aplicar lo aprendido en los contactos con sus «colegas» vascos.
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