Colombia

Exteriores está en contacto con las familias de los turistas secuestrados

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha confirmado hoy el secuestro de dos turistas españoles en Colombia y ha informado de que su departamento ha estado desde el primer momento en contacto con el Gobierno de ese país y con las familias.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha confirmado hoy el secuestro de dos turistas españoles en Colombia y ha informado de que su departamento ha estado desde el primer momento en contacto con el Gobierno de ese país y con las familias.

Dos turistas españoles, un hombre y una mujer, fueron secuestrados el pasado viernes en el noreste de Colombia y sus captores, por ahora sin identificar, han pedido ya un rescate, informaron hoy a Efe fuentes policiales colombianas.

Las fuentes rehusaron identificar a los secuestrados, aunque sí dijeron que la mujer es familiar del juez Fernando Grande-Marlaska.

Señalaron además que el secuestro tuvo lugar en una zona fronteriza con Venezuela y que los dos españoles pueden haber sido trasladados a territorio de ese país.

En declaraciones a los periodistas en los pasillos del Senado, García-Margallo ha dicho que desde el primer momento que tuvieron conocimiento del secuestro han estado "en contacto"con el Gobierno de Juan Manuel Santos y con las familias de los dos españoles.

"En los temas de secuestro la norma de la casa es mantener una discreción absoluta", ha afirmado el jefe de la diplomacia española.

Preguntado si la mujer es familiar del magistrado Grande-Marlaska, el ministro ha dicho: "Ni confirmo ni desmiento".

El secuestro, según las fuentes policiales colombianas, fue cometido en el departamento de La Guajira, donde hay presencia de grupos guerrilleros, paramilitares y bandas criminales.

En su llamada a las familias de los dos españoles, los secuestradores se identificaron como integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero las fuentes consultadas por Efe dijeron que no se puede creer al cien por cien esa afirmación, pero tampoco descartarse.