Psicología
La hipocondría en tiempos de coronavirus
Grupo Laberinto lo explica
Mascarillas y geles desinfectantes agotados, la gente manteniendo las distancias, el trabajo desde casa,etc. las rutinas de los españoles están cambiando por el temor a contagiarse de coronavirus. El miedo hace que uno entre en pánico, afectando a la salud psicológica, sobre todo la de aquellas personas que tienen tendencias hipocondríacas.
La hipocondría, es un trastorno mental que tiene como característica principal el miedo y la preocupación por padecer, o la certeza de tener una enfermedad grave, a partir de un autoanálisis obsesivo de las funciones fisiológicas. Con la situación actual y en un mundo donde hay un exceso de información, mantener la calma es la mejor manera de actuar:
Los riesgos de sufrir una enfermedad existen y han existido siempre. Muchas veces las personas aprovechan situaciones de pánico para desplazar los problemas y temores interiores al exterior. En el caso actual, el coronavirus puede ser usado para encubrir miedos y complejos personales.
Ante una amenaza, la respuesta es el miedo antes que la razón. Esto se convierte en una emoción colectiva, que se contagia e impide ver las cosas con claridad. Uno debe ser consciente de que no toda la información que se recibe es verídica y mantener las cosas en perspectiva.
Es importante que se sigan las medidas de prevención, y se trabaje para gestionar las emociones de la mejor manera para evitar que la salud psíquica se vea afectada por el miedo, la desesperación y la ansiedad. Así se evitan actitudes irracionales como la discriminación, la ansiedad y la depresión.
El miedo por la posibilidad de infectarse con el virus COVID-19 en el futuro, perjudica a la salud mental e impide tomar buenas decisiones. Este es un problema mundial que se tiene que llevar con una actitud más racional y menos impulsiva.
La preocupación y el miedo son reacciones naturalesante una amenaza real. El pánico por otro lado, tiene un extra de irracionalidad, que no deja vivir a las personas y que se contagia creando una situación de caos.
Las reacciones de los adultos, afectan a los menores que no tienen los mismos recursos emocionales para manejar el miedo. Este tema se debe abordar con información real y apropiada para la edad, pero sobre todo con el ejemplo, los niños observan el comportamiento de los adultos que los rodean, para aprender a manejar las emociones durante este momento.
Una de las recomendaciones más extendidas para mantener una buena salud mental, es crear una rutina adaptada a la situación actual, para intentar llevar la mayor normalidad posible. Es importante mantenerse informado, evitar la estigmatización de las personas afectadas y centrarse en lo positivo.
Si se sufre una tristeza persistente o unos nervios abrumadores que afecten negativamente a la vida, ya sea en el ámbito laboral o personal, lo recomendable es consultar con un profesional de la salud mental. Buscar ayuda es el primer paso para encontrar una solución positiva a estos momentos de adversidad.
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