Hogar

7 claves de neurodiseño para trabajar desde casa

El teletrabajo se impone en las empresas españolas como respuesta rápida para frenar la crisis del coronavirus, pero la mayoría de los hogares no tienen habilitado un espacio destinado al trabajo profesional.

El teletrabajo se impone en las empresas españolas como respuesta rápida para frenar la crisis del coronavirus, pero la mayoría de los hogares no tienen habilitado un espacio destinado al trabajo profesional.
El teletrabajo se impone en las empresas españolas como respuesta rápida para frenar la crisis del coronavirus, pero la mayoría de los hogares no tienen habilitado un espacio destinado al trabajo profesional.Unsplash

Una buena conexión a internet, una mesa y una buena silla no son suficientes para trabajar en remoto. Si no tomamos medidas, puede que, tras pasar unos días, no seas productivo, te distraigas fácilmente, te sientas cansado y comiences a tener dolores de cabeza al final del día.

Según las investigaciones, el rendimiento del trabajo está influenciado por tres factores: la capacidad, la motivación y el medio ambiente o el entorno de trabajo. María Gil nos propone 7 claves para crear un entorno de trabajo adecuado en nuestros hogares.

7 claves de neurodiseño para el teletrabajo

1.- Establecer espacio permanente y alejado de interrupciones

Si no tienes un espacio propio hazte un hueco en algún lugar silencioso y poco transitado de la casa donde sentirte cómodo: la habitación de invitados, un balcón cerrado, el cuarto de la plancha o un rincón dentro de nuestro dormitorio, pero nunca el salón si convivimos con más personas.

Es recomendable que la mesa esté situada de tal forma que veas la puerta de entrada a la habitación y la ventana, para evitar que tu sistema nervioso se ponga en alerta inconscientemente. Las ventanas ventilan e iluminan naturalmente, además de proporcionar un “escape psicológico” sobre todo si ves la naturaleza.

Este espacio debes hacerlo tuyo, y estar destinado a este uso. Como mínimo debe de tener una mesa de al menos 120 x 80cms. y una silla cómoda. El tablero de la mesa debe ser de color liso y claro, evite las mesas de vidrio, por las reflexiones, o cúbralas con papel o tapete de cuero no reflectante.

2.- Ergonomía.

No te sientes en el filo de la silla, ocupa todo el asiento. Apoya la columna en el respaldo. Mantén las piernas dobladas a 90º y los pies apoyados en el suelo, regule altura del asiento o pon alzador bajo tus pies. Tus brazos flexionados a 90º deben apoyar en la mesa y/o apoyabrazos.

La parte superior del monitor debe estar en la alineación de los ojos o por debajo de ellos, y la distancia entre el monitor y los ojos será según tamaño de la pantalla: 15'-60cm, 17'-70cm, 19'-80cm, 22'-90cm. Añade a los portátiles soportes para elevarlos y teclados y ratones externos con cables, para facilitar la ergonomía y alejar los aparatos electrónicos evitando radiaciones electromagnéticas.

3.- Iluminación correcta

Una buena iluminación es que aquella que nos permite trabajar sin esfuerzo. La luz es el mejor sincronizador de nuestro reloj biológico, mejor la luz natural que artificial, pero en el último caso utiliza tonos neutros y blancos para trabajar, los tonos cálidos sólo en pequeñas lámparas de mesa.

4.- Alejarse de ruidos

Aléjate del ruido disminuye la productividad un 40 % y aumenta errores y distracción 27 %. El sistema nervioso detecta los sonidos de baja frecuencia procedentes de ascensores, o tráfico, pasillos o salas ruidosas, activando nuestros sistemas de defensa inconscientemente. Ante problemas leves, utilizar elementos fonoabsorbentes como cortinas, alfombras y muebles tapizados puede dar buen resultado.

5.- Calidad del aire, temperatura adecuada y olores agradables

Los contaminantes como compuestos orgánicos volátiles, virus, ácaros, bacterias… se están concentrando en nuestras viviendas por la falta de ventilación y por la utilización de productos de limpieza con agentes tóxicos. Es por ello la necesidad de intercambiadores de aire que garanticen la adecuada ventilación o, al menos, ser constantes en la renovación del aire, ventilando por la mañana, la tarde y cada vez que notemos el aire saturado, así como la utilización de productos de limpieza exentos de tóxicos.

La temperatura ideal de 20 °C a 22 °C.

Aromaterapia: utiliza aceites esenciales puros de limón o de romero para aumentar el foco, la concentración y la eficiencia y aceite esencial de lavanda para reducir el estrés.

6.- Orden y limpieza en el escritorio.

La “fatiga decisional” sucede cuando nuestro cerebro se cansa de tomar demasiadas decisiones, por lo que acabará optando por opciones fáciles y rápidas sin pensar en las consecuencias. Ordena y limpia tu mesa para evitar que tu mente se disperse con: “tengo que tirar este papel”, “tengo que hacer esto mañana” …. Papelera cerca y escritorio organizado, retirando todo aquello que no vamos a utilizar hoy.

7.- Color, formas y texturas naturales: incluir la naturaleza en tu espacio de trabajo

El color es una de las dimensiones más económicas, fácilmente manipulables y efectivas en el sistema nervioso. Para el espacio de trabajo los tonos verdes y azules naturales en paredes, cuadros, textiles (cortinas, tapizados, alfombras o cojines…) ayudan a reducir el estrés y la ansiedad, aumentando la concentración y la productividad. El color amarillo es muy aconsejable trabajos creativos

Nuestra información genética está modelada para vivir en la naturaleza, al aire libre… Los objetos afilados transmiten una sensación de peligro y las formas redondeadas transmiten alegría. Incorporar elementos decorativos con formas y texturas orgánicas y naturales, como lámparas de mesa, jarrones, macetas, lapiceros o velas, con formas redondeadas y, sobre todo, una planta o flores sobre nuestro tablero suaviza, muy eficazmente, las líneas rectas de nuestra mesa y materiales de trabajo.

Introducir plantas en nuestros espacios de trabajo mejora nuestra creatividad y nuestra sensación de bienestar, aumentando nuestra productividad. Las plantas, además, según un estudio de la NASA, filtran los contaminantes más comunes del aire: benceno, xileno, amoníaco, tricloroetileno y formaldehído, siendo las más idóneas en espacios cerrados el poto, el lirio de la paz, la palmera de bambú, la sansevieria y el ficus. Si el lugar de trabajo va a ser nuestro dormitorio, la cinta, el aloe vero o la sansevieria son beneficiosas para la noche. Pero puedes elegir cualquier otra que te guste, porque todas mejoran nuestro bienestar

Después de aplicar el neurodiseño al espacio laboral en tu hogar, solo te queda sentarte a disfrutarlo. Feliz trabajo.